Podemos considerar la idea de que la vida es cíclica y que nos trae –de acuerdo
a esos ciclos-situaciones de todo tipo que calificaremos como favorables o
desfavorables.
Ahora bien, creo que lo importante no es definir si una situación nos favorece
o no, sino prestar atención a qué hacemos nosotros frente a la misma.
Para decirlo de otro modo:
“No importa lo que sucede sino qué hacemos frente a lo que sucede.”
Este planteo no se nos presenta cuando la situación es agradable y esperada,
pero cuando la misma nos presenta problemas o conflictos, es el momento de
aprender a optimizar nuestros recursos sacando de la misma aquello que signifique
un aprendizaje, o desintegrarla hasta encontrar qué es lo bueno que está
encerrado y oculto en ella.
Y esto es un ejercicio que está íntimamente ligado a la creatividad que podamos desplegar.
La idea que pretendo transmitir hoy, es que el que logremos ser efectivos en nuestro camino de vida va a depender en gran parte, de nuestra capacidad para poder transformar el significado de los obstáculos con los que nos encontramos.
De esa experiencia en relación a diferentes comportamientos, podremos encontrar seres que no avanzan cuando aparece una piedra frente a sí, y otros que utilizan la piedra usándola como punto de apoyo para saltar lo más adelante y lejos posible del obstáculo.
A modo de ilustración, te comparto la siguiente historia.
Un joven de la ciudad se fue al campo y le compró un burro a un viejo campesino por 100 dólares. El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente, pero al día siguiente el campesino le dijo:
-Lo siento, hijo, pero tengo malas noticias. El burro murió.
-Bueno, entonces, devuélvame mi dinero -contestó el muchacho.
– No puedo, lo he gastado ya -siguió el viejo.
– Bien, da igual, entrégueme el burro -terminó el joven.
– Y ¿para qué? ¿Qué va a hacer con él?
- Lo voy a rifar.
– ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto?
– Es que no voy a decir a nadie que está muerto, por supuesto.
Un mes después de este suceso se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador.
– ¿Qué pasó con el burro?-preguntó el campesino
– Lo rifé. Vendí 500 papeletas a 2 dólares y gané 998 dólares.
– ¡¡ ¿Y nadie se quejó?!!
– Sólo el ganador, pero a él le devolví sus 2 dólares.
¿Qué hacés frente a lo que interpretás como “situaciones desfavorables”?
¿Has experimentado la acción de la creatividad cuando decidís hacer algo respecto de ellas?
Te doy la bienvenida a este nuevo espacio desde donde nos podremos comunicar también, a partir de ahora.
Espero que lo utilices para comentar tus vivencias respecto de los temas que publicaré y así colabores con el aprendizaje de todos los que leeremos e interactuaremos desde aquí.
Por el placer de compartir.