

Mendes, ha aprovechado el 50 aniversario de la saga Bond, para regalarnos una estupenda película, muy entretenida, coherente, con suficiente aplomo a pesar de tratarse de un blockbuster, y que además nos ha llenado de guiños para homenajear al personaje y su trayectoria cinematográfica.

La película, como no podía ser de otra manera, esta llena de acción, y además bien rodada, pero no solo se basa en esto, sino que se permite el profundizar en los personajes, matizarlos y hacerlos mucho más realistas. Un acierto la vuelta de Bond, como un espía ya algo talludo, pero que aún tiene mucho que seguir aportando (eso espero, pues se trata de uno de los mejores Bonds), y también es un acierto la parte final, muy bien rodad por parte de Mendes, y que además nos acerca aún más al personaje de Bond, al permitirnos escavar en sus orígenes.
Entre los actores, tenemos a un perfecto Bond, encarnado por Daniel Craig. Judi Dench, de nuevo como M, y con mucho más peso dramático que las anteriores entregas. Un gran villano encarnado por el español Javier Bardem, que además supone un cambio en los villanos de Bond, pues su meta no es el mundo. También tenemos a Ralph Fiennes, que seguramente en futuras entregas tendrá más peso y a Naomie Harris, Bérénice Marlohe,Albert Finney y Ben Whishaw.

En definitiva, un Bond más realista, continuando el camino iniciado en Casino Royale y desaprovechado en cierta manera en Quantum of Solace, que no solo hará las delicias de los amantes de la saga, sino de cualquier persona que le guste disfrutar de un ejercicio muy digno de blockbuster. La recomiendo.