Lo de la Torre de Pisa es de broma si lo comparamos con los edificios que hay en la primera línea de playa de la ciudad brasileña de Santos. Este es el resultado de un mal cálculo estructural, una relación de materiales pésimos, y una edificación levantada con pilares poco profundos. Lo curioso del asunto es que la gente aún sigue habitando las viviendas, ya que según los peritos municipales, las estructuras son fiables. No se yo...
