Revista Música
Y la vida siguió su curso. La decadencia se disipó, nuestros trabajos se volvieron importantes, nuestras rutinas, agobiantes. Empezamos a tomar café por las mañanas, a frecuentar los lugares ke siempre juramos odiar. Nos casamos con personas ke no nos entendían, jugamos a la casita. Tuvimos hijos y nuestros hijos tuvieron hijos. Conocimos el mundo cuando ya no podíamos gozarlo.
El tiempo voló, junto con los carros y demás inventos modernos, nuestros hijos escuchaban cosas inescuchables y sus hijos, ya no escuchaban nada.
Los decadentes fuimos muriendo, uno a uno. El tiempo vuela, la vida también.
Kuando por fin di el último aliento de vida, mi alma siguió la luz. Pero más ke ser una luz blanca y serena, era una luz como la de las cortadoras en las discotecas. Emanaba un olor a cigarrillos de azufre y likor barato kaliente. Se escuchaban risas makiavelikas y juraría ke vi a Vince Neil calato perseguido por una turba de sexy zombies. En la puerta, no me pidieron entrada, un ser oscuro de ojos rojos y uñas largas me dijo: “Te estabamos esperando”.
No hice más ke poner un pie en el lugar, kuando de pronto, me sentí completamente rejuvenecida. Mis manos ancianas y mi pelo blanco, eran de pronto, tersas y mi cabellera azul. Llevaba mi vestido favorito y una bebida negra y cocacoleada en la mano.
De pronto, levanto la mirada y en una mesa de mantel rojo y sillas doradas, veo a mis chikos favoritos. Sentaditos, intactos, malvados, borrachos, hermosos. Me acerco, ya había una silla dispuesta para mi. Una endiablada mujercita nos trajo una botella de champagne diabóliko, con sabor a sangre y de eterna duración. Reímos por horas, discutimos temas terrenales y cantamos en falsete, una y otra vez nuestras canciones favoritas.
Así ke decidimos, desde el averno, retomar esa manía nuestra, Decadente y Cósmika, para disfrutar de la eternidad, sin salir de casa.
Y como dicen en el infierno….
No rest for the wicked!
Ps. It´s good to be back !! <3