Desde que he creado mi propia a empresa de té Grinti con una compañera de Alemania, mi forma de beber té ha cambiado. No bebo ni más ni menos té que antes, sino que bebo el té de forma más atenta. En la tienda vendemos solo dos tés, un té verde y un té de sombra, dos tés que también bebo en mi día a día. Aún así, no bebo el mismo té cada día, sino que cada día vuelvo a descubrirlo.
gramos grados y segundos – la gracia está en los detalles
Cada té tiene su forma de preparación recomendada. Si es la primera vez que pruebas el té, vale la pena seguir la recomendación. Si ya tienes un poco de experiencia con los tés más delicados, lo puedes hacer a la Canaria, a ojo. O puedes descubrir tu vocación de científico, jugando con la temperatura, con la cantidad del té, con el tiempo de infusión. Dependiendo del día, hago lo uno o lo otro. Y siempre descubrirás alguna nueva faceta de los tés que hasta el momento no habías notado.
#slowtea – el arte de disfrutar una taza de té
Así que pongo el agua a hervir. Con paciencia y mi termómetro lo dejo enfriar a la temperatura deseada para suavemente deslizar el té con el infusor dentro del líquido caliente. Observo cómo las hojas se abren y se convierten en un verde intenso y vivo. No se abrirán por completo, ya que los sacaré a los pocos minutos. Ya les daré tiempo en la segunda infusión para desenvolverse por completo. Ahora sí, relleno mi taza y disfruto del color intenso del licor (o sea, del té). El primer sorbo, con atención para descubrir qué efecto tiene hoy sobre mi. Este momento es solo mío. Sagrado.
De la relajación a la concentración
Con la primera taza, ahora estoy lista. Lista para escuchar tu historia, para contarte la mía, para escribir, para leer, para jugar, para cocinar. La taza de té se sigue llenando, aportando la energía y el enfoque necesario para la actividad a la que me dedicaré. Pero siempre, siempre empezará con este sorbo especial de la primera taza.
¿Qué rituales tienes tú para empezar una actividad con buena energía?