Existen redes sociales, más o menos conocidas o extendidas, cuyo uso principal es bien conocido: intercambiar información. Algunas, como Facebook, usada principalmente para compartir momentos de nuestras vidas a través de imágenes con comentarios. Estas imágenes crearán un Timeline o álbum cronológico donde quedará recogido aquello que publiquemos.
Existen otras redes sociales como Twitter, cuyo cometido principal es el de compartir un estado (texto) con nuestros seguidores. Este mensaje puede ir acompañado de una imagen, aunque no mayoritariamente. Otra red, principalmente de imágenes, es Instagram, adquirida por Facebook a cambio de una millonada y cuyos resultados desde entonces están por ver.
Después de estas redes sociales, tenemos otras apps para contactar e intercambiar información, como Whatsapp, mundialmente conocida como sustituto del SMS. El intercambio de archivos multimedia (fotos, vídeos, etc.) aumento su uso mas allá del chateo.
Pues la app de la que vamos a tratar hoy, Snapchat, podríamos definirla como una mezcla entre Instagram y Whatsapp, con alguna particularidad. La principal es que lo que compartimos tiene fecha de caducidad. Es decir, que si envío una foto y solo quiero que sea visible en ese instante, podría darle 10 segundos de vida, y posteriormente desaparece. O al menos eso indican en la zona de descarga de Google Play Store y AppStore, a pesar de no ser del todo cierto.
Si bien es verdad que el contenido desaparece aparentemente, un laboratorio forense de Utah comprobó lo contrario, es decir, podrían ser recuperadas de la zona de almacenamiento de la app. Si ademas le añadimos que una captura de pantalla guardara la imagen en nuestro dispositivo para siempre, estamos ante un peligro de seguridad. En su web, Snapchat deja claro que si nuestro contacto realiza una captura, seremos avisados, pero la imagen ¡ya formara parte de su álbum!
Tiene 150 millones de fotos compartidas, lo que da muestras de su potencial y del miedo que debe tener Facebook despues del desembolso millonario que hizo por Instagram. ¿Se precipitó? ¿Pagó demasiado? Veremos…
Por tanto, la idea es buena, aunque mal lograda, pues no llega a conseguir su principal objetivo. Cabe preguntarse si deseaban esto formaba parte del plan. Desde luego, ayudara a no tener cientos de imágenes en nuestro álbum que no necesitamos. Démosle un uso responsable 
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