Una cosa es cierta, la evolución de las ballenas a pesar de ser bien conocida no deja de sorprendernos. En diciembre National Geographic se hizo eco de una noticia un tanto peculiar. Mammalodon colliveri fué el represante más basal de los misticetos, es decir las ballenas desdentadas que se alimentan filtrando al plancton suspendido en el agua, frente a los odontocetos o ballenas dentadas. En el primer grupo se incluye, por ejemplo, el animal conocido más grande de todos los tiempos la ballena o rorcual azul (Balaeonoptera musculus), mientras que un representante del segundo podría ser el cachalote común (Physeter macrocephalus). M. colliveri vivió en lo que hoy es el sudoeste australiano hace entre 25 y 28 millones de años (Oligoceno Inferior), para ser un cetáceo ciertamente era de pequeño tamaño, con 2,5 metros de longitud. A pesar de ser una ballena barbada M. colliveri presentaba unas mandíbulas con dientes bien desarrollados, pero no era lo único raro que presenta esta paleoespecie. El cráneo es bastante singular y difiere mucho del resto de misticetos. Presentaba un rostro corto y una caja craneal alargada, un premaxilar reducido y las órbitas oculares en posición anterodorsal. La ecología trófica de este cetáceo era un auténtico misterio, así que los científicos se pusieron a presentar hipótesis, barajándose dos posibilidades: alimentación filtradora o mordedora. Para la filtradora se propusieron que o bien existian cortos segmentos de barbas entre los grandes espacios que separaban los dientes superiores o que el animal encajaba los superiores e inferiores formando así un filtro. A todo esto había una pega muy grande, y es que los dientes presentaban signos de desgaste, por lo que lo más probable es que usara sus dientes de forma activa. Pero ahora se ha añadido una nueva e ingeniosa explicación de cómo se alimentaba M. colliveri. El autor del estudio sugiere que esta pequeña ballena capturaría a sus presas aspirándo grandes bocanadas del fondo fangoso marino (1).Esta técnica alimenticia denota una especialización muy importante, y esto, a pesar de ser el uno de los misticetos más antiguos conocidos, se traduce en que no sería muy similar al antepasado común más antiguo entre las ballenas barbadas actuales y Mammalodon. Además el autor que su pequeño tamaño es un rasgo derivado, otra especialización a su ecología trófica, a partir de antecesores de gran tamaño. Es importante comentar que a pesar de situarse en la base de los esquemas filogenéticos de los misticetos no significa que sean las formas basales del grupo. De hecho M. colliveri está demasiado especializado para serlo. Así pues nos encontramoscon una escisión muy temprana en el tronco común de los misticetos, caracterizado por especies con una forma de vida muy peculiar para este grupo, como es el caso Janjucetus, que acabo extinguiéndose hace ya mucho tiempo.
Reconstrucción en vida de Mammalodon colliveri, de Brian Choo
Mi regalo llegó, un poco tarde pero llegó, en forma de notición
que, nuevamente y ya van un buen número, tiene pinta de ser todo un golpe muy duro en los mismos cimientos del absurdo antropocentismo. Y es que a pesar de lo que enseñan todos los científicos mucha gente está convecida de que el ser humano (Homo sapiens) es el cúlmen de la evolución. Llega a tal punto esta creencia que las otras especies humanas se han tomado por seres ineptos, insensibles, mentalmente deficientes y mal adaptados a su entorno. Incluso hubo un tiempo en el que se negaba el reconocer la existencia de otras especies del género Homo. Por ejemplo, cuando se descubrió el holotipo (es el espécimen que sirve de base para la descripción de un nuevo taxón) del hombre de Neandertal (Homo neandertalensis), que no los primeros que provenían de Bélgica y Gibraltar, se llegó a decir que en realidad correspondían a los restos de un soldado cosaco mongol herido durante las guerras napoleónicas que se escondió en una cueva para morir en ella y que encima el pobrecillo era raquítico, y debido a los fuertes dolores que esto le provocaba arqueaba tanto las cejas que produjo los grandes arcos ciliares propios de la especie. Afortunadamente los investigadores están aportando datos y pruebas que dan al traste con estas ideas. La última es un hallazgo espectacular y muy emocionante. En las cuevas murcianas de los Aviones y la de Antón (Murcia) se han hallado lo que parece ser los restos de adornos corporales y de maquillaje (2) con una antigüedad datada en 50.000 años. Estos adornos corporales consisten en conchas marinas perforadas que presentan restos de pigmentos minerales, e incluso un trozo de hueso de caballo que podría haberse utilizado para mezclar los diferentes tintes. Dada la antigüedad con que estos restos han sido datados los únicos seres humanos presentes en Europa eran los neandertales, por consiguiente, ellos serían los autores de tales objetos. Este hallazgo es un reflejo del pensamiento abstracto de estas personas, equiparándose al de nuestra especie. Asísmismo niega la idea de que los neandertales copiaban lo que veían de los primeros sapiens, es decir eran incapaces de innovar, y eso provoco su caída al no poder competir con nuestra increíblemente adaptable especie. Los autores hablan incluso de la posibilidad de un contacto continuo entre ambas especies, no sólo cultural sino también genético, así ambas especies se intercambiaban conocimientos mutuamente. Otra cosa es el intercambio génico entre los sapiens y los neandertales. la idea de la hibridación de ambas especies, y la consiguiente absorción de la segunda por la primera, como motivo de la extinción de los segundos se expuso hace ya mucho tiempo. A día de hoy las pruebas genéticas existentes prácticamente descartan esta idea.
Un grupo de seres vivos muy propenso a la hibridación es el de las orquídeas. Un grupo de plantas de exquisita belleza presentes en casi todos los puntos del globo terráqueo, en el que la mayoría (cerca del 97 %) de las especies necesita como agente polinizador a un animal. Este proceso conocido con el corrompido término de zoofília. Generalmente estos vectores de polinización son o bien lepidópteros (mariposas y polillas) o bien himenópteros (abejas). Hace tiempo que se conocía a la orquídea Angraecum cadetti, endémica de la isla de Reunión y la de Mauricio, presenta unas flores atípicas dentro de su género. Son blancas, de tamaño medio y con una espuela corta. Pero lo que más intrigaba a los botánicos era desconocer su mecanismo de polinización. Con la instalación de una cámara nocturna se solucionó el problema, dejándo perplejo a los investigadores. Y es que el responsable de todo esto es, sorprendentemente un grillo (3) sin alas de 2 ó 3 centímetros de longitud, el único ejemplo concido entre plantas y este tipo de ortópteros. Esto es bastante extraño, ya que normalmente esta clase de animales suele, directamente, comerse las flores. Tenemos delante de nuestras narices un nuevo, e increíble, ejemplo de las maravillas que se esconden en las islas del Océano Índico. ¡Ah!, por cierto, es además una nueva especie, aún no descrita, del género Glomeremus.
A) Vista frontal de una flor de Angraecum cadetti. B) Grillo polinizador del género Glomeremus, sp. nov. C) Vista lateral de la flor de A. Cadetti. Fotos A y B tomadas de (3), la foto C tomada de aquí.
Si queréis ver en acción a nuestro nuevo amigo polinizador aquí os dejo la prueba del delito:
Por cierto, he actualizado la entrada "El venenoso Sinornithosaurus" con un nuevo dibujo de Hodari Nundu, el grandioso dibujante oficial de este humilde blog ;)
Bibliografía:
- Fitzgerald, E. M. G. 2009. The morphology and systematics of Mammalodon colliveri (Cetacea: Mysticeti), a toothed mysticeti from the Oligocene of Australia. The Zoological Journal of the Linnean Society 157 (4). Resúmen.
- Zilhao, J.; Angelucci, D. E. et al. 2010. Symbolic use of marine shells and mineral pigments by Iberian Neandertals. PNAS DOI: 10.1073/pnas.0914088107. Resúmen.
- Micheneau, C.; Fournel, J. et al. 2010. Orthoptera, a new order of pollinator. Annals of Botany doi:10.1093/aob/mcp299. Artículo.