La no realización nos transforma, nos marchita, nos anula. Vivir en la resignación, alejados, cada día más, de la verdadera esencia de nosotros mismos no puede sino llevarnos a la muerte del ser, de ser, a pesar de que nuestros cuerpos deambulen cual espectros caída la noche, miembros en lúgubre existencia.
Sólo la Naturaleza tiene una riqueza sin fin, y sólo ella forma al gran artista. Se puede decir mucho a favor de las reglas, aproximadamente lo que se puede decir en alabanza de la sociedad burguesa. Una persona que se forme con arreglo a ellas, nunca producirá nada malo ni de mal gusto, del mismo modo que uno que se deja modelar por las leyes y el decoro, jamás llegará a ser un vecino insoportable ni un malvado notable: pero dígase lo que se quiera, todas las reglas destruyen el verdadero sentimiento de la naturaleza y la auténtica expresión. (Goethe, 1774)

La existencia sin sentirte no es vida, VidaLos espectros vagan, las calles como mausoleos, sin acordarse de existirSin sentir el pálpito, sin mirarse las venas, sin recordar que están vivosEl suelo está mojado, olvidándose de mirar el cieloPuesto que la lluvia cae, y moja sus caras Pero no sienten más que frío
