La mujer barbuda, José de Ribera, 1631.
Según las últimas encuestas, podemos decir —por tener una idea de por dónde nos movemos— que el PP estaría en torno a los 150 escaños y el PSOE por los 100. IU estaría en 40, UPyD en 25, CiU en 12 y ERC en 7. La mayoría absoluta en el Congreso está en 176 escaños. El PP por lo tanto no revalida la absoluta de la que disfruta pero ni aliándose con UPyD o CiU y PNV lograría tener apoyos suficientes para formar un gobierno estable. El PSOE por su parte necesitaría liderar un cóctel de siglas que difícilmente parece creíble.Algo que rápidamente descartan algunos es la alianza entre PP e IU. Supongo que esa alianza resultaría incomprensible para buena parte de los votantes de esos partidos. Aunque ojo, porque un gobierno del PP con un ministro de Hacienda comunista sería menos lesivo para el maltratado bolsillo del español que la actual gestión de Montoro.
Así las cosas, tanto PP como PSOE sólo tienen el uno en el otro al aliado perfecto para formar gobiernos estables. En este caso no se puede descartar que tanto para el nombramiento del presidente del gobierno como para la aprobación de los presupuestos haya negociaciones entre los dos partidos, que ya votan de forma conjunta la mayoría de nuestra legislación en Bruselas y en Madrid.
NO HAY NINGUNA POSIBILIDAD DE COALICION PSOE -PP. Cañete lo dice para hacer daño al PSOE. ¿No lo veis?
— Elena Valenciano (@ElenaValenciano) Mayo 11, 2014
Dice Cañete o Felipe González (no los distingo) que "si el país lo necesita" esta coalición entraría dentro de lo posible. Volvemos otra vez a si un país en crisis, necesitado de grandes reformas, necesita que los mismos que lo han metido en la crisis, lo saquen de ella. El caso es que si esto fuera cierto, no se comprende por qué el PP con su actual mayoría absoluta no lleva a cabo esas reformas tan necesarias. Misterio.
Por lo tanto estamos ante una querencia por el poder: por un lado asegurar un nuevo gobierno del PP y por el otro aumentar la esperanza de vida de la actual cúpula del PSOE. Ya se sabe que los partidos en crisis o en franca pérdida de apoyos, tienden a enrocar sus cúpulas y a entrar en una espiral de decisiones que no obran por el bien del partido sino por el bien de los puestos gerenciales. Esto es así en los partidos políticos y en toda organización humana (cuando las cajas de ahorros se estaban yendo por el desagüe, sus consejos de administración aprobaban primas y pensiones astronómicas para sus miembros).
El Pepito Grillo conservador que todo ciudadano informado guarda en algún oscuro rincón de su mente, no puede obviar que una coalición PP-PSOE no parece el peor escenario posible ante las otras coaliciones alternativas: meter a UPyD en una coalición de gobierno trae lo desconocido a los cálculos y por supuesto meter a Izquierda Unida y los 40 ladrones es simplemente darle un beso en la boca al subdesarrollo y despedirse del mundo occidental, de sus vacunas y de sus antenas de telefonía. Entre los 40 ladrones que acompañarían a Izquierda Unida tenemos además a grupos políticos que tienen en su programa la extinción del estado, cosa que choca bastante con querer darle estabilidad a ese estado.
Mingote, 1977.
Todavía queda un año para las elecciones generales y antes tenemos autonómicas y municipales. La cosa todavía puede cambiar: si baja el paro es posible que el PP recupere apoyos. Aunque la crisis del bipartidismo continúe, ésta puede suavizarse y quizás este partido no necesite del apoyo del PSOE sino de algún grupo separatista. Si por alguna extrañísima razón se produce un sorpasso y el PSOE obtiene ventaja sobre el PP, la coalición socialista con el cóctel de siglas parece más probable.En Galicia, tras muchas legislaturas de mayorías absolutas de Manuel Fraga, la única opción de alternancia política fue la coalición de los partidos de oposición. A partir de su primera derrota, el PP pasó a hacer las campañas contra el "cóctel de siglas". Si de aquí a un año el PSOE supera en las encuestas al PP, el PP hará esa misma campaña en todo el país. En Galicia eso les funcionó porque aquí las elecciones las deciden señoras mayores de pueblos pequeños que son sociológicamente conservadoras. Apelar al mal menor y al "que vienen los rojos", puede funcionar con las señoras gallegas. En España quizás no, ya que en Cataluña (15% de los votos de España) el sistema de partidos es diferente y del Tajo hacia abajo hay millones de votos cautivos por el sistema público de subsistencia, limosnas y subdesarrollo. Por lo tanto esta misma estrategia no creo que les funcione.
¿Os dais cuenta de que en España ya no hay humor político para todos los públicos?
Sea como fuere, la "gran coalición" en España es exactamente lo que necesitan los otros partidos de ámbito nacional —IU y UPyD— para visibilizarse más. Esto nos coloca ante una paradoja fundamental: la gran coalición, cuyo objetivo es aumentar el poder de PP y PSOE, es lo que necesitan IU y UPyD para aumentar su base electoral. Si se hurta al votante la alternativa PP/PSOE buscará una nueva alternativa PP-PSOE/?, ese interrogante quedará en manos de los dos siguientes partidos.El elector ante la gran coalición se sitúa nuevamente ante la disyuntiva representatividad vs estabilidad. ¿Hasta qué punto está dispuesta la gente a recompensar a los malvados para procurar la estabilidad del gobierno? ¿Hasta qué punto la gente desea apoyar un gobierno estable aunque eso suponga sacrificar sus ideas?
Le da vida al turnismo la teoría del mal menor, esta espiral debe romperse, a mi juicio, en algún momento, ya que es la única forma de saber si somos políticamente adultos. La mayoría de españoles que lleva años votando a PP o a PSOE no cambiará de la noche a la mañana para tirarse al monte. La gente aunque no vote a estos partidos continuará siendo la misma y por lo tanto los partidos alternativos deberán limar sus cuchillas para adaptarse a las demandas de los electores medianos. Es por eso que a mi no me preocupa el aumento de voto extremista (a IU por ejemplo) ya que la gente en su conjunto es bastante más cabal de lo que los frikis de la política normalmente pensamos. Y si finalmente una considerable cantidad de personas se echa al monte entonces como siempre ha pasado aparecerá una reacción en sentido contrario.
Hemos tenido mucha estabilidad en los últimos 20 años, ahora un poco de picante no hará daño.Y si lo hace, la cura será bienvenida. Lo que está claro es que los partidos turnistas tal como lo hacen no pueden ser menos malos que sus alternativas. Tanto si deciden ir hacia al gran coalición como si no, lo que está claro es que, de momento, su crisis continuará y eso significa que algo estamos haciendo bien. Es imprescindible purgar la administración y eso significa procurar la alternancia y el cambio (el cambio para acabar haciendo lo mismo, pero en el ínterim, eso que ganamos).
Y no caeré aquí en considerar a IU un partido fuera del sistema turnista: a la hora de votar los puestos en el CGPJ bien que se dejan querer. Como CiU, por cierto, que son soberanistas de lunes a jueves, pero llega el finde y aquí tiene a un amigo, un siervo un esclavo para lo que necesite.
Haiku al turnismo