Revista Toros

Sobre la LVI Goyesca de Ronda

Por Malagatoro

Sobre la LVI Goyesca de Ronda

Antonio M. Romero, en el diario SUR de Málaga:

<<Por un lado ayer hubo huecos en los tendidos -algo que ni los veteranos con decenas de goyescas a sus espaldas recordaban- y no se colgó el habitual 'No hay billetes'; se vio menos ambiente en las calles; y ausencia de caras conocidas, antaño un atractivo más. La crisis económica explica esta situación, a la que se añaden unos precios que van desde los 70 euros del sol alto a los 150 de una sombra. Prohibitivos para la mayoría de las economías familiares. Por otro lado y más allá de los elementos pecuniarios está la cuestión puramente taurina. Si la Goyesca es una corrida singular y especial debe demostrarse. Está muy bien cantar la belleza de la plaza y del sabor especial que supone torear allí, pero a ese exclusivo continente que es la plaza hay que dotarlo de contenido, y el elemento fundamental del mismo es el toro. Y ayer en el ruedo rondeño faltó el toro por el mal juego de una de las ganaderías, a priori y teóricamente, de garantía, la de Núñez del Cuvillo. La divisa gaditana mandó a la Ciudad del Tajo un encierro de saldo con animales desrazados y donde, además, no se cuidó la presentación ya que no hubo armonía en las reses que saltaron al ruedo.

Algunas voces han intentando explicar el escaso interés por la Goyesca de este año en lo poco atractivo del cartel de matadores. Más allá de esa consideración lo cierto es que los tres actuantes estuvieron voluntariosos, pero muy lejos de sus mejores momentos. Tal es así que no hubo una faena redonda ni siquiera varias tandas, por la derecha o la izquierda, de enjundia. Eso sí, hubo mucho toreo de artificios. Con esos ingredientes, la LVI edición de la Goyesca no tuvo historia y fue un espectáculo muy deslucido.>>

Antonio Lorca en El País:

<< Bien. Acabado el espacio para la cursilería; sentida, eso sí, pero cursi, es una pena que el paso de los años haya retenido solo la cita anual, y no la referencia taurina. La corrida goyesca es un encuentro social en el que el toro ha quedado relegado al papel de comparsa de la fiesta. El cartel de la goyesca ha ido perdiendo esencia y contenido al tiempo que ha permanecido el prestigio de la peregrinación. Acuden famosos, huyen los aficionados y persisten los extranjeros, que buscan entre las calles rondeñas el espíritu de Hemingway y Welles. Buscan y no hallan lo que el Premio Nobel y el cineasta encontraron en Antonio Ordóñez. Pero insisten en la caza y captura del misterio.

Es una tristeza que la Goyesca de Ronda, santo y seña del toreo, no sea una referencia de la tauromaquia de todos los tiempos. Que no se lidien en esta plaza los toros de más trapío y calidad ante los toreros mejor dotados para la emoción y el triunfo. Es un dolor que haya ganado la tradición social en detrimento de la autenticidad de la fiesta.>>

Fotografía: Carlos Moret/diario SUR


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