Revista En Femenino
Las mujeres son para nosotros un enigma difícil de resolver. El que dice que las entiende, miente descaradamente. Quizás un gay pueda llegar a comprenderlas e incluso sentirse identificado con ellas en algunos aspectos. Sin embargo, y si esto fuese cierto, tampoco lo sabría explicar. Simplemente porque nuestro lenguaje y sus símbolos fueron concebidos por los hombres. A veces creo que todavía no se alcanzó la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres. Y va a ser difícil si no cambiamos el mundo, o al menos nuestra cosmovisión del mismo. Es decir, cuando veo los comerciales dedicado a las mujeres pienso qué debe pensar una de ellas respecto a esas representaciones denigrantes. La publicidad, por ejemplo, dedicada a una crema para el cuerpo protagonizada por Karina Mazoco que banaliza una proclama como “Nosotras, las mujeres, nos declaramos en lucha” para efectuar luego un despliegue de mujeres de buena silueta y cortas de mente. ¿Para qué luchan estas minitas? Para lucir un bikini, calentar a los albañiles, mostrar un ojete turgente a un yupi, etc. Moraleja: es lindo ser mujer siempre y cuando sólo muestren un cuerpo perfecto (y tengan la piel suave, desde luego). O bien, las otras publicidades donde aparecen una adolescente idiota que tiene transito lento (¿significa que los excrementos son vehículos?), o bien están histéricas porque tienen el periodo, o cavan un pozo para ir de shopping, etc. ¿A quién va dirigido estas publicidades? ¿Al hombre o a la mujer? Es decir, qué necesidad hay que una mujer muestre sus tetas operadas en un comercial dedicado a productos femeninos. Significa que todo está condicionado a la mirada del hombre o, en todo caso, para aquella mujer que piense solo en seducir al hombre. Hagan un relevamiento y verán que la mujer es representada como una ama de casa fashion o como simple objeto sexual.
A pesar de estas observaciones, conozco mujeres con tres dedos de frente que se hacen valer por lo que piensan y no por como lucen (que no significa descuidar esto último), pero ¿hasta qué punto lo que piensan no está condicionado también por la cosmovisión machista? Hombres y mujeres veneramos a un Dios machista, leemos una Historia machista, vemos televisión extremadamente machista. Conclusión: somos hablados por ellos, hablamos como ellos, somos machistas.
¿Por qué el tipo que anda con muchas mujeres es un tiro al aire, un capo y en cambio una mujer que hace lo mismo es simplemente una puta? ¿Por qué cuando una mujer se hace valer por lo que es se dice que está manejada por un hombre? Pensemos en Evita o en Cristina: para muchos son dos mujerzuelas que solo piensan en tapados y carteras, manipuladas por sus respectivos maridos. La mujer es pensada como ama de casa, como secretaria, como modelo, como sexo débil si no se comporta como un hombre. Solo de esa manera la mujer puede ser algo más que un género: siguiendo las reglas masculinas.
Desde luego, no descubrí nada, este desdén se remonta a los orígenes de la humanidad: del Antiguo Egipto, pasando por los griegos, y luego el judeocristianismo. Pensemos el papel asignado a la mujer en la Antigua Grecia, el origen de la primer mujer (Pandora) enviada por los dioses para joderle la vida a los hombres. Contaba Hesíodo que Zeus “ordenó a Hefesto que formase un hermoso y adorable cuerpo de virgen. Mandó a Atenea que la instruyese en sus labores, en el tejido de primorosas telas; y que la adorada Afrodita circundase de gracia su frente, imprimiéndole el doloroso deseo y las ansias que devoran los miembros. A Hermes encargó que le infundiese espíritu de perra y corazón ladino”. Incluso una mujer (Helena) fue la causa de la guerra más conocida de la historia de occidente: la guerra de Troya, que además se había originado al principio por una disputa entre las diosas del Olimpo. Con respecto a la Biblia, ni hablar: Eva (que fue creada como ser secundario, a través de una costilla de Adán) fue la responsable de que no vivamos en el Paraíso de Jehová; María es divinizada sólo porque no pecó y siendo virgen inmaculada concibió al hijo de Dios y luego María Magdalena, la compañera y más fiel discípula de Jesús, es solo nombrada como una puta redimida.
No obstante, soy optimista y considero que este Siglo (que todavía está en pañales) va a ser el siglo de la mujer. Nada más hace falta crear conciencia. Revalorizar la humanidad. Un mea culpa de hombres y mujeres. Y además creo que realmente será así, porque religiosos y profetas diagnosticaron que en este siglo se acaba el mundo. Lo que nadie aclaró si no se trata de un nuevo comienzo…