Revista Toros

Sobre las sardinas de Cuvillo en Las Ventas

Por Malagatoro

Espeto

Antonio Lorca en El País:

“Imaginen las brasas ardientes y humeantes junto a un chiringuito en una playa malagueña; y ese espeto de sardinas que te hace la boca agua con solo mirarlo. Pues ahí había que haber pinchado a los toros que trajo Núñez del Cuvillo a Madrid porque los seis era sardinitas malagueñas —pequeñitas, ya se sabe—, y aun así hubo que desechar dos de ellas porque eran tan blanditas que se deshacían con el calor.

Otro engaño, y van… Otro embuste a este público silencioso y generoso que aguanta lo que le echen, aunque venga envuelto en papel de mentira. Y una justa penitencia para los toreros, que se desviven por lidiar esta ganadería con la esperanza de que los encumbre a la cima.

De momento, los tres contemplaron la oscuridad de la sima porque los toros, en general, no valieron un real, y aquellos dos que se dejaron torear fueron desaprovechados por sus matadores. Lo que son las cosas…”

Carlos Ilián en Marca:

“Otra ganadería de lujo que pega el petardo en este San Isidro. Esta vez ha sido Núñez del Cuvillo, que empieza a hacer aguas a juzgar por las corridas lidiadas en Sevilla y esta en Madrid. Además lo que envió a la capital es impresentable para la primera plaza del mundo. Una vez más los veterinarios han tragado de lo lindo admitiendo, al menos, tres de los seis toros que saltaron al ruedo. Por ejemplo, el tercero era una rata con muchos pitones. Seguramente el equipo veterinario, pasándose de listo, pensaría que con tanta leña en la cabeza la gente se equivocaría. Pero esto es Madrid y el animalito fue protestado con bronca.

Los de Cuvillo dieron un juego muy pobre, salvándose tercero y cuarto porque se movieron, aunque no humillaron. En todo caso una corrida que debe servir de toque de atención al ganadero que en los últimos cinco años ha vivido en el paraíso porque todo le embestía y porque ahí estaban José Tomás y más tarde Manzanares para encumbrar sus toros. Esperamos ahora a la de Beneficencia para calibrar hasta qué punto Cuvillo ha entrado en recesión.”


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