Hay canciones que, cuando volvemos a escucharlas pasados los años, nos evocan sensaciones que permanecían apartadas en el más oculto interior de nuestras almas. Este jueves, un emotivo capítulo de la serie de TVE ‘Cuéntame’ concluyó con unas duras escenas en las que sus dos protagonistas se desgarraban por dentro mientras sonaba de fondo una hermosa canción. Muchos han sido los que, desde esa noche, han rememorado aquel tema que ya creían olvidado.
El chileno Julio Numhauser, un músico y compositor con raíces judías, escribió ‘Todo cambia’ en 1982, si bien fue la argentina Mercedes Sosa quien la popularizó. Ambos nacieron en sendos países donde la libertad se conquistaba día a día, golpe a golpe, verso a verso, que escribió Machado. Numhauser fundó Quilapayún a mitad de la década de los sesenta y convirtió aquel trío en un referente de la nueva canción chilena, que completarían otras voces como las de los malogrados Víctor Jara o Violeta Parra. A Quilapayún le sorprendió el golpe de Estado del general Pinochet cantando en París, en el mítico Olympia, con lo que el grupo ya no retornaría a su país de origen, comenzando un prolongado exilio sin fecha de caducidad.
Y sería en Suecia, ese país que acogió a tantos exiliados latinoamericanos y en el que se estableció, donde Numhauser compondría ‘Todo cambia’, un himno para toda una generación de desheredados, no exento de polémica, pues hubo quien habló de plagio e incluso apuntó que su letra se inspiraba en ‘Muda la vana esperanza’, una composición anónima recopilada por los argentinos Atilio Reynoso y Juan Alfonso Carrizo.