En el último año nuestras vidas han cambiado muchísimo debido a la pandemia mundial provocada por el coronavirus o COVID-19. Esto está afectando a la salud mental de muchas personas y no sabemos a gran escala cómo ni cuánto, pero sí que tendrá consecuencias.
¿Tiene efectos la pandemia en la salud mental?
Nos encontramos ante un evento a gran escala que afecta a toda la población, igual que pasa con desastres como un terremoto o tsunami. Debemos tener en cuenta que estos son eventos únicos, es decir, que ocurren en un momento determinado, y luego están las consecuencias que pueden durar un tiempo pero el acontecimiento en sí tiene un inicio y un final.
En el caso en el que nos encontramos afecta a una cantidad de población enorme y además tiene una duración prolongada, no se trata de un evento único. De hecho según escribo estas palabras, en España, estamos en la llamada tercera ola. Por este motivo algunos profesionales de la salud mental hablan de que sus efectos de la pandemia se pueden asimilar a los de zonas en conflicto. Es algo que afecta a una gran cantidad de personas, con numerosas consecuencias y del cual no se puede prever el final.
Cuando las personas enfrentan un evento que produce: vulnerabilidad, peligro, indefensión o terror sea cual sea su duración ya sea en primera persona o de forma vicaria pueden desarrollar trastorno de estrés postraumático.
Por ejemplo tras mi cesárea de urgencia que viví con el miedo a perder a mi bebé pasé un tiempo con síntomas de TEPT.
En mi caso fue una experiencia intensa pero de corta duración (unas horas) que al final acabó bien (mi bebé nació sano). Pero la alta carga emocional hizo que mi cuerpo viviera con ese terror durante semanas después del parto.
Así que podemos hacernos una idea de los efectos que puede haber a nivel de salud mental en la población si nos basamos en desastres naturales, guerras o pandemias anteriores, pero esto son elucubraciones y no podremos ver sus consecuencias reales hasta años después.
¿Cómo afecta a las personas con trastornos de salud mental?
Cada persona es diferente ya no solo por su situación personal antes de la pandemia sino también por cómo está afectando a su entorno social.
Hay 256 combinaciones para los 5-9 síntomas de #TLP, sin tener en cuenta la severidad (bajo o alto) de cada uno. La próxima vez que leas una noticia sobre personas con TLP recuerda que son PERSONAS. No son todos iguales.#StopEstigma https://t.co/SUkMSAgJ5y
— Chibimundo #ElijoElArcoiris (@chibimundo) January 22, 2021
No es lo mismo haber pasado la enfermedad, haber podido continuar con la terapia y tratamiento a distancia, haber perdido a alguien cercano por el COVID o ver su situación vital comprometida: pérdida de empleo, pérdidas económicas, cambio de hogar…
Es decir, al igual que el resto de la población unos estarán en una situación más precaria que otros y evidentemente eso afecta a la salud mental.
¿Y a las personas que viven con TLP?
Las consecuencias derivadas de la pandemia tienen efectos concretos en quienes viven con trastorno límite de la personalidad. A continuación voy a hablar teniendo en cuenta las características concretas del TLP pero es muy posible que te resuene padezcas o no el trastorno:
- El miedo a la infección aumenta la ansiedad y la inseguridad. Los sentimientos de impotencia y desesperanza se intensifican.
- Los ajustes que tenemos que hacer provocan cambios en la rutina habitual que pueden resultar aterradores.
- El distanciamiento social y el aislamiento intensifican el miedo al abandono.
- Al pasar más tiempo lejos de situaciones sociales aumentan los ratos en los que nos pueden atacar pensamientos intrusivos, entre ellos, los sentimientos de vacío.
- Al disminuir el contacto aumenta el miedo a estar siempre solo y a no ser digno de una relación. La reclusión continua puede aumentar los pensamientos paranoicos.
¿Qué podemos hacer en esta pandemia?
Una de las medidas que se proponen para frenar la propagación del virus y frenar la pandemia es la distancia social. Al minimizar los contactos se produce cierto aislamiento lo cual se vive de forma especialmente negativa por parte de las personas que viven con TLP.
A este respecto podemos tomar las siguientes medidas para intentar que las consecuencias sean menos negativas:
- Mantener el contacto: mejor videollamadas que llamadas telefónicas porque dan una mayor sensación de cercanía. Lo importante es mantener la regularidad. Hacer del contacto una rutina tiene efecto tranquilizador, por ejemplo se puede dedicar un día concreto de la semana a la videollamada con X persona.
- Mantener rutinas vitales. Organizar un horario regular de actividad, que puede incluir ejercicio (en interior con vídeos o algún tipo de máquina), lectura, meditación (se suele recomendar mucho el yoga), escribir un diario, etc.
- Involucrar a las mascotas (si se tienen). Cuidar de un animal es una distracción saludable. Pasear al perro, dar de comer al gato, ver nadar al pez de colores son actividades que permiten concentrarse en algo concreto y alejarse de la ansiedad.
¿Y los seres queridos qué pueden hacer?
Quizás pueden hacer algún tipo de regalo personal. En caso de una amistad cercana puedes regalar una foto de algún momento especialmente feliz. En caso de tener una relación romántica quizás alguna prenda de ropa que puedan ponerse. Yo a veces uso una camiseta de mi marido como forma de conexión que me reconforta.
Yo soy de la opinión que lo mejor es preguntar a la persona qué es lo que necesita.
Al final del día no es lo mismo mi situación en la que tengo una rutina supeditada a la de mi hijo que la de una persona que no tenga peques, tenga que ir en transporte público a trabajar o conviva con personas de riesgo.
Y desde aquí mi mayor cariño para todas las personas que están luchando en estas condiciones de pandemia.
Lo estás haciendo lo mejor que puedes, ánimo.