Según cómo lo afrontemos, el tiempo puede ser un aliado o un enemigo. Cuando estamos ocupados, parece que los dígitos del reloj avanzan más deprisa; en cambio, los momentos de aburrimiento convierten los minutos en horas interminables. En el primer caso, hay que aprender a relajarse, tomar aire y liberar a la agenda de planes inasumibles. En el segundo, lo único necesario es descubrir la afición adecuada.
Hoy os propongo cinco de las mías y las ilustro con fotografías de Instagram (podéis seguirme aquí).
1. Haz una lista de lecturas
Una libreta, un post-it, un archivo de Word: anota en cualquier formato los libros que te gustaría leer. Si no se te ocurre ninguno, pregunta a tus amistades o navega por foros de Internet. Puedes optar por una lectura de entretenimiento o decantarte por un estilo didáctico si quieres aprender sobre algo concreto. Ahora mismo me estoy centrando en libros sobre moda y, más específicamente, moda sostenible.
2. Escoge una filmografía
Ésta es tu oportunidad para seguirle la pista a ese actor que tanto te gusta o aprender sobre el estilo de un director o guionista. Utiliza a uno de los miembros de las películas como hilo conductor para seleccionar varias y disfruta de una semana llena de cine. Después, puedes escribir una crítica con tu opinión y compartirla en tus redes sociales o en algunos foros especializados en este tipo de textos.
3. Dedica tiempo a tareas manuales
Costura, recortes, scrapbooking,... Internet es un universo de ideas interminables en lo que a manualidades respecta. Puedes dejar volar tu imaginación o seguir algún canal de YouTube que desarrolle este tipo de contenidos. Existen tareas más económicas que otras, pero suelen tener en común que son muy terapéuticas y que conectan con la parte más creativa de cada uno.
4. Mejora tus dotes culinarias
Si estás aburrido no tienes excusa para seguir comiendo precocinados o comida de lata. Esmérate más en tus recetas e investiga nuevos platos para incluirlos en tu dieta. Se trata de una buena oportunidad para comer más sano o para descubrir cocina de otros países. Además, puedes aprovechar para informarte mejor de los alimentos que compras y encontrar lugares diferentes donde adquirirlos.
5. Planea pequeñas escapadas asequibles
No pienses en Nueva York, París o Moscú. España tiene lugares preciosos que están deseando ser visitados, lo que además ofrece una ventaja a la hora de organizar el viaje y el presupuesto. Te puedes servir del transporte público o planear un viaje con el coche y un buen mapa de carreteras. A mí me encanta ir a Madrid y a Barcelona, pero también escaparme un par de días a algún pueblo menos conocido.
Y vosotros, ¿cómo reaccionáis cuando os acecha el aburrimiento? ¡Buena semana!