El Síndrome de Ovarios Poliquísticos (en adelante SOP) es un trastorno endocrino que causa un desequilibrio importante a nivel hormonal, con consecuencias físicas muy diversas: alteraciones menstruales y ovulatorias, quistes ováricos, sobrepeso, dificultad para lograr el embarazo, riesgo cardiovascular, problemas dermatológicos… No obstante, ya te hablé con detalle de esta patología en Taraxacum Therapies (mi portal de salud natural) de modo que el objetivo de esta publicación no es explicar su afectación orgánica ni diagnosis sino la repercusión emocional que tiene sobre la mujer que lo padece.
Y es que, aunque no seamos conscientes de ello, nuestro cuerpo es pura química y las hormonas, a parte de mantener en funcionamiento nuestros procesos orgánicos y de supervivencia más vitales, también ejercen una influencia muy importante sobre nuestro comportamiento y nuestro bienestar emocional.
Es cierto que la actitud, la inteligencia emocional y los factores ambientales también ejercen influencia sobre las emociones pero… ¿Qué pasa con esas mujeres que tienen cambios de humor bruscos o que se levantan desdichadas sin motivo alguno? El SOP favorece las alteraciones emocionales puesto que la química del cuerpo predispone la existencia de esos vaivenes y porque las consecuencias físicas que presenta van menguando la autoestima (hirsutismo, acné, obesidad…), favorecen el aislamiento por incomprensión (pocas personas y profesionales comprenden y conocen la magnitud real del SOP), la depresión, la falta de ilusión (al descubrir que afecta a su fertilidad)…
Una mujer con SOP se ve afectada emocionalmente por su desorden hormonal, por la merma psicológica que causan sus problemas físicos y porque las situaciones de nervios, tensión o estrés (aunque sean ambientales y no relacionadas con el SOP) afectan sobre el metabolismo de los carbohidratos (favoreciendo los trastornos relacionados con el sobrepeso, la tiroides, la resistencia a la insulina, el colesterol alto y etc que solo empeoran las características del SOP).
A continuación quiero compartir contigo algunas preguntas que van a ayudarte a encontrar aquello que puedes mejorar para sentirte mejor a diario, a nivel emocional, con tu SOP:
- ¿Cómo reacciona tu entorno cercano? Es posible que te recuerden constantemente lo que debes y no debes comer para estar mejor, que no dejen de preguntarte cosas, que solo pongan el foco en “tu problema”… Sea como fuere, únicamente quieren ayudar y lo hacen de la mejor forma que saben, no es nada personal. Si es necesario, explícales cuánto creas que deben saber (la desinformación sobre el SOP es generalizada y es normal que no entiendan todo lo que comporta si solo piensan que tienes “unos simples quistes en los ovarios”).
- Si no sufres SOP pero quieres ayudar a alguien de tu entorno que sí lo padece: ¿Cómo te comportas para ayudarle a superarlo? La comprensión y la empatía son fundamentales; en cambio, con una preocupación extrema y recordándole que tiene un problema no solo estarás dificultando su avance sino que se encerrará más en sí misma.
- ¿Cuál es el punto que no has podido aceptar aún de tu SOP?
- ¿De qué forma puedes atenuar los límites que supone para ti el SOP?
- ¿Qué te preocupa?
- ¿Qué te asusta?
- ¿De qué forma algo o alguien podría ayudarte?
- ¿Qué quieres hacer con todo esto?
- Si decides tomar acciones para mejorar física y emocionalmente… ¿Qué beneficios te va a reportar? ¿Quién más se va a beneficiar?
Puesto que a mí me diagnosticaron SOP hace más de 10 años pude pensar objetiva y subjetivamente en las necesidades específicas de una mujer con dicha patología (tanto a nivel físico como emocional). De ahí nacieron sesiones individuales muy provechosas aunque… ¡No tanto como los grupos de apoyo que he puesto en marcha!
Todo empezó en pequeñas salas pero ahora los encuentros se realizan en la naturaleza, en contacto con una manada de yeguas. Y es que, si bien es cierto que ya he hablado muchas veces del poder terapéutico que ejerce el contacto con los caballos (haz clic aquí o aquí para saber más) también debemos tener en cuenta el efecto que ejerce sobre cada mujer (¡y para el grupo en general!) el hallarse en un oasis de confianza guiado por la sabiduría equina y la inteligencia de la naturaleza. En esos momentos, cada una de nosotras (yo aprendo siempre con cada grupo) avanza en la aceptación de la afección que padece y los daños colaterales que ésta lleva consigo, se siente en confianza para realizar preguntas abiertamente (sin pudor ni miedos), logra un contexto de máxima comprensión y empatía, mejora su autoestima y actitud gracias al testimonio de otras mujeres que han superado las limitaciones del SOP o que logran sentirse mejor día tras día, explora sus propios deseos y recursos, encuentra opciones y las comparte, observa la situación actual y visualiza el resultado de lo quiere obtener en su aventura en compañía del Síndrome de Ovarios Poliquísticos…
Si sufres SOP recuerda que no estás sola: cada vez existen más asociaciones de apoyo y concienciación a nivel internacional y, además, también iniciativas como la que yo he puesto en marcha. No dudes en ponerte en contacto conmigo si quieres hacer uso de mis servicios de Coaching, consultoría o Salud Natural o si deseas organizar un taller vivencial con caballos para ti y tus compañeras con SOP.