“La crisis nos ha quitado el derecho a soñar. Se necesita una nueva fuerza. No sólo puede ser la política. Los modelos antiguos se derrumban. Esa nueva fuerza sois vosotros, la gente, las personas, la sociedad comprometida”.Esa nueva fuerza para cambiar el mundo se puede y debe ejercer desde los pequeños gestos, esos que solos no representan casi nada pero juntos se erigen en una marea imparable. Eso es en lo que se tiene que convertir social confirming: en un universo de microacciones que logren cambiar un sistema insostenible y autodestructivo. Esta nueva herramienta para mejorar el mundo en el que nos ha tocado vivir ha sido presentada en el AIR 2010, evento organizado por la Consejería de Empleo (ya os conté algo a principios de semana). Y sobre todo fue ‘verbalizada’ por Van Jones, fundador de la ONG Green For All y ex Consejero de Barack Obama sobre Empleo, Empresa e Innovación, Barack Obama, que es el autor de las palabras que abren este artículo.
En una sociedad, cada vez, más individualista, en la que reina a menudo la filosofía del ‘sálvese quien pueda’, las microacciones pueden tener un valor decisivo. Y lo pueden tener gracias a las nuevas tecnologías, a las herramientas sociales con las que convivimos a diario. “El Smartphone que tenemos en el bolsillo tiene más tecnología que la que Estados Unidos usó para llevar al hombre a la Luna; eso es poder”, afirmaba Jones en un salón repleto con 600 personas alucinadas con sus palabras. Durante los dos días, no paró de sacudir las conciencias de las miles de personas que le seguían tanto en directo como virtualmente (tengo un post pendiente sobre cómo me/nos conmovió y lo necesarios que serían líderes así en España).
Y es que no cabe desistir de intentarlo por la dificultad que tiene conseguirlo. Como decía Jones, la crisis nos ha quitado el derecho a soñar y debemos recuperarlo. Soñar que un mundo mejor es posible. Y hoy más que nunca, cuando los recursos energéticos se agotan, cuando los pilares del viejo sistema económico al que inyectamos miles de millones se tambalean, cuando el pesimismo lo inunda todo... Es ahí cuando los ciudadanos debemos sacar la fuerza colectiva para cambiar, para obligar a las empresas a ser, cada vez, mejores y a que devuelvan, como dijo el consejero de Empleo, Manolo Recio, a la sociedad parte de lo que la sociedad les ha entregado.
Y para lograrlo no queda otra que remangarse y actuar para derribar un muro al que ya le hemos arrancado algunos pedacitos estos dos días en Sevilla con AIR 2010. El 'social confirming', esa herramienta que se pone en marcha desde ya para premiar y castigar a las compañías según su compromiso en ese cambio, ha de ser un primer paso para construir ese mundo que nos dibujó Jones y al que todos, en el fondo, aspiramos. Juntos podemos. Sólo hace falta el compromiso y el esfuerzo de todos. ¿Estás dispuesto?