![¡Socorro llegó la preadolescencia! Imagen](http://m1.paperblog.com/i/372/3727965/socorro-llego-preadolescencia-L-QGUNha.jpeg)
Durante esta etapa los niños experimentan algunos cambios biológicos pero los más notables son los cambios sociales y personales que son la antesala de un periodo más virulento en la pubertad. La naturaleza en su eterna sabiduría ha creado la preadolescencia como coaching para los cambios venideros.
Veamos en qué consisten algunos de estos cambios:
- Cambia el autoconcepto: Los niños comienzan a percibir que maduran y quieren exteriorizarlo en su aspecto, comienzan a preocuparse por su forma de vestir, su peinado… pasan entonces de querer llevar camisetas de “La patrulla canina” o “Peppa pig” a camisetas de ídolos adolescentes. Dándose por otro lado la contradicción en muchos casos, de que aún duermen con sus peluches.
Unido a esta preocupación por su apariencia aparece el miedo a hacer el ridículo y el aumento del pudor. Una autoimagen física negativa debe ponernos en alerta como padres para que derive en conductas alimentarias no saludables, dietas tempranas y baja autoestima.
- Cambios en el estado ánimo: Pasan de un estado de ferviente alegría a uno de profunda tristeza en poco tiempo. Para los niños que están en esta fase todo es o extremadamente ideal o justo lo contrario. Se trata de un periodo lleno de ilusiones, de risas, de llantos, de ira...
- Deseos de independencia y reafirmación mediante la oposición: Los niños comienzan a usar mucho más frecuentemente la palabra “no” con sus padres, a discutir aquello que se les dice, a tratar de imponer sus propias decisiones. Frases típicas del preadolescente son “esto no es justo” o "me voy a ir de casa".
Los padres perdemos mucha de nuestra influencia en ellos y son los amigos los que cubren este espacio. Los preadolescentes desean fomentar su autonomía, de modo que no es raro que desprecien o no valoren demasiado cualquier cosa que provenga de sus padres.
Nos encontramos en ocasiones con problemas como la falta de respeto. Nuestro papel a partir de ahora será el de padres comprensivos que no permisivos.
- Necesidad de mayor intimidad, observamos cómo pasan más tiempo en sus cuartos escuchando música o leyendo. Muchos preadolescentes disponen de televisión en su habitación haciendo que se aíslen más de la familia.
Pero que necesitien autonomía no quiere decir que no seamos importantes para ellos, aún nos van a necesitar para los temas realmente relevantes.
- Relaciones grupales: Es en esta etapa del desarrollo donde se inicia la identificación con el grupo de iguales. Los amigos pasan a un primer plano en sus relaciones siendo fuente de satisfacción y seguridad. Para el preadolescente es muy importante sentirse integrado en su grupo.
- Atracción por conductas de riesgo, consumos inadecuados, robos menores, peleas, daños a la propiedad... El equilibrio entre darles libertad y controlar estas conductas es complicado, debemos centrarnos en las conductas que supongan verdadero riesgo y ser más tolerantes con aquellas otras que forman parte de una fase normal de experimentación.
Si vale, a veces les veremos salir por la puerta y pensaremos: "¿pero no le hemos comprado un espejo para su habitación?, ¡cómo es posible que vaya con esas pintas!", pues toca morderse la lengua, esbozar una radiante sonrisa y decirle adios.
Tras todo esto sólo nos queda consolarnos pensando que sólo es una etapa que unida a la adolescencia terminará en torno a los....¡¡¡¡20 años!!!!.