Que actual y bien nos viene este mensaje que podemos observar en la maltrecha tapia del Colegio Público San Isidoro de León.Parece que las recientes elecciones europeas han diagnosticado una Europa harta de seguir la corriente impuesta democráticamente por una amplia mayoría. Los ciudadanos cada vez estamos más convencidos que aunque sólo sea para desovar, fertilizar y morir (como buen salmón) en ocasiones hay que nadar contracorriente. ¿Total, no se resume así nuestra vida? Nacemos, nos reproducimos (o por lo menos disfrutamos del placer de intentarlo) y morimos.Ahora en España de discute en los medios de comunicación y en redes sociales si este invento de PABLEMOS o PODEMOS o JODEMOS son peces muertos que se dejan arrastrar por el populismo o son peces que luchan contra corriente cansados de arrastrarse por los maremotos de los grandes partidos políticos. El tiempo nos lo dirá. ´Solamente´ necesitaremos soportar dos elecciones para ver la clase de peces y de corriente que se genera en la sociedad española.Ah, y esta reflexión es un antibiótico de esos llamados de amplio espectro: sirve para muchos ámbitos de la vida. Puedes aplicarlo también a tu puesto de trabajo.
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