Hace un par de viernes estuve trabajando hasta tarde en el Casco Viejo bilbaíno, así que enredé a tres amigos para que me vinieran a buscar, y así cenábamos por ahí cerca. Como aún era pronto para sentarnos a la mesa, decidimos ir a la plaza Unamuno, y tomarnos un primer vino ahí. Bueno, vino, o Martini, o kalimotxo, como mi querida amiga (¿¡con treitaitantos se sigue bebiendo kalimotxo!?).
-"Oye, este kalimotxo sabe raro...pruebalo tu a ver"-"Si, a mi también me sabe raro"- su querido novio daba fe del mal sabor.
Pedimos al camarero que nos volviese a poner otro kalimotxo, viendo que ese tenia algo "raro". Y volvió a poner el vaso, vigilamos que los hielos no tuviesen nada raro, el vino (sin etiqueta por cierto) era el candidato perfecto a ser culpable de ese mal sabor, hasta que vimos como el camarero sacaba de la cámara una botella de Pepsi.
-"¡Ahora ya sé por qué me sabe raro! ¡Es Pepsi!"
Normalmente cuando pides algún combinado con cola, te suelen advertir de que no tienen la marca roja, sino que es Pepsi, y de ese "¿Puede ser?" los creativos y directivos de marketing han hecho un anuncio, que a mi juicio es muy bueno (en términos de marketing) al darle la vuelta a una debilidad de la marca y convertir esa pregunta en algo positivo. ¡Bravo!
Eso sí, que no esperen que tome Pepsi, pero tampoco Coca-Cola! Feliz lunes a todos!