Con la preparación y grabación del vídeo (quien no lo haya visto aún que pinche aquí), estas Navidades he tenido todo lo demás un poco olvidado, entre otras cosas, mis carpetas de recortes.
Durante años he ido guardando reportajes, fotos y reseñas de las cosas que me gustan: casas, jardines, telas, papeles pintados, vajillas, centros de flores, pavimentos, muebles, trastos… Sí, ya sé que ahora tenemos el Pinterest para ahorrarnos tanto trabajo pero yo sigo recortando las revistas igual que antes!!!
Estaba poniendo al día mi carpeta de decoración de exteriores cuando me topé con una reseña de la revista Nuevo Estilo sobre los trampantojos, que me ha inspirado para el post de hoy.
La palabra, que es un calco de la expresión francesa “trompe l’oeil” (engaña al ojo), nos sirve para definir una técnica pictórica que crea ilusiones ópticas. Son composiciones muy realistas que juegan con la perspectiva y los claroscuros para crear la sensación de profundidad.
Por este motivo son ideales para dar amplitud visual a patios o jardines con muros altos. Mediante la pintura mural se “abren” ventanas que, si se complementan con plantas y otras estructuras, confieren personalidad al jardín.
También pueden servir para decorar algún rincón del exterior...
... o del interior de un invernadero. En este caso, Fernand Renard pintó los trampantojos para el invernadero de Rachel Bunny Mellon, una de las “jardineras” más elegantes del siglo XX, en Oak Spring (Virginia, EEUU). Digo jardinera por citar una de sus múltiples ocupaciones durante sus 103, en agosto 104, años de vida. Os recomiendo ver todo el reportaje gráfico que hicieron de su jardín en Vanity Fair porque merece la pena. Desde luego, los trampantojos no pueden estar más logrados...
Fotos: 1. Revista Nuevo Estilo (Johina García-Concheso); 2. Matin Lumineux; 3a y 3b. Melina Scodanibbio; 4. Steven Wooster para el libro Patios ; 5 y 6. Jonathan Becker para Vanity Fair.