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Sólo uno de cada diez delitos informáticos acaba en imputación

Publicado el 07 septiembre 2014 por Ximoas Jas
Sólo uno de cada diez delitos informáticos acaba en imputación Según publica diariodenavarra.es, los avances tecnológicos han traído consigo nuevas formas de delinquir. El acceso ilimitado a la red permite a los criminales ampliar sus horizontes hasta un número indeterminado de víctimas. La Policía registró el año pasado más de 9.000 amenazas a través de internet, que se han disparado con la aparición de las redes sociales. Los delitos informáticos más comunes en España son el fraude y las amenazas, aunque no son los únicos. "A través de internet se puede cometer casi cualquier crimen que antes se debía producir físicamente", advierte una de las responsables de la unidad de fraudes informáticos de la Policía Nacional.
En el año 2013 se registraron 42.437 delitos informáticos de los que más de la mitad se catalogaron como fraudes o estafas. No existe un perfil concreto de víctima porque este tipo de criminal no da la cara ante el damnificado, no le conoce, por lo que busca robar al mayor número de personas posible. 
La estafa que más se da en el ámbito digital es la compraventa de bienes o servicios falsos. El defraudador anuncia la venta de productos a precios relativamente más bajos que el de mercado. De esta forma atrae a un considerable número de víctimas que pagan una pequeña suma por un producto que nunca recibirán. La mercancía comprende desde prendas de vestir hasta aparatos electrónicos. Además, algunos de los estafadores aprovechan este método para hacerse con los datos bancarios del consumidor y sustraer el dinero de sus cuentas. 
Estos cibercriminales prefieren robar cantidades de dinero no superiores a 400 euros porque saben que de esta forma cometen delitos castigados con penas menores, que oscilan entre los seis meses y tres años de prisión. 
DELINCUENTES COMUNES Los defraudadores informáticos son, por lo general, delincuentes comunes que se han reciclado y utilizan "nuevos métodos para cometer viejos delitos", señala la fuente policial. O también puede tratarse de bandas organizadas que no suelen contar con muchos miembros. Actualmente, "las herramientas que ofrece la red permiten a dos o tres personas realizar el trabajo para el que antes se necesitaba a 20 o 30", explica la inspectora. Es frecuente que estos delincuentes no se conozcan entre ellos y se comuniquen a través de internet. Para ello cuentan con vías de comunicación difíciles de rastrear, en la conocida como 'deep web' o 'web profunda', un espacio digital dotado de seguridad y cuyo acceso está vetado a todo el que no posea una invitación. 
La mayoría de criminales de este tipo son de nacionalidad española y de Europa del este. Fuentes policiales aseguran que existen "verdaderos profesionales de la estafa" que viven de perpetrar estos delitos, si bien no llegan a alcanzar enormes sumas de dinero que luego tengan que blanquear. Suelen cometer fraudes rápidos, de pequeñas cantidades monetarias, pero que alcanzan a un gran número de personas. Aunque también se dan estafas de sumas millonarias a empresarios que cuentan con una gran capacidad económica; se trata de casos aislados y muy poco frecuentes. 
De los 42.437 delitos informáticos cometidos en 2013, solo el 12% terminó con un detenido o un imputado. A pesar de ello, esta cifra es "algo engañosa", aclaran fuentes policiales, pues un mismo arrestado ha podido cometer varios de estos delitos. 
La Policía Nacional aconseja prudencia para evitar ser víctima de estos delitos. Remite a los consejos de la Oficina de Seguridad del Internauta, que recomienda hacer uso del sentido común, informarse antes de adquirir un producto precipitadamente y tener actualizados los sistemas de seguridad informáticos. "Nunca se tendrá la certeza de navegar de una forma totalmente segura, pero la mayor parte de esa seguridad depende del usuario y de los sitios web que visite", advierte la inspectora. 
Más allá de un interés económico, desde la aparición de las redes sociales, se han multiplicado las amenazas, injurias y calumnias a través de internet. En España se registraron el año pasado en torno a 11.000 delitos de este tipo. 
Los delitos relacionados con la pornografía infantil preocupan especialmente a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por su sensibilidad, aunque el porcentaje respecto al total es muy bajo, tan solo el 1,8%. 
Por último, la vulneración de la propiedad industrial e intelectual, es decir, los delitos de piratería de los que se tiene constancia apenas llegaron al 1% del total.

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