El solomillo al Jerez es una de las recetas más famosas de nuestras abuelas y más ricas por supuesto, está receta es de mi madre y le sale que no os podéis imaginar. El solomillo es una de las piezas más valoradas del cerdo, junto a otros derivados también muy apreciados como el jamón o el lomo.
Debido a su carne blanca y con muy poca aportación calórica admite una amplia variedad de preparaciones, tanto con sabores dulces como salados. Lo único a tener en cuenta es que al ser una pieza pequeña tenemos que tener especial cuidado de que no se nos haga demasiado ya que podría quedar muy seca.
- 1 solomillo de cerdo
- 1 cebolla mediana
- 1 ajo picado (pequeño)
- ½ zanahoria
- Harina (para rebozar)
- Sal
- Pimienta negra (recién molida)
- 125 ml. de vino de Jerez seco (medio vaso)
- 200 ml. de agua
1.- Comenzamos poniendo salpimentando el solomillo (a ser posible recién molida), lo pasamos por harina, y lo sacudimos después para retirar la sobrante.
2.- A continuación ponemos un chorro de aceite en una sartén y colocamos el solomillo a fuego medio-alto dándole vueltas por todos lados para que se selle, procurando no pinchar la carne para evitar que se escapen los jugos. Una vez hecho, lo sacamos y reservamos en un sitio caliente para evitar que se enfríe.
3.- En ese mismo aceite rehogamos la cebolla, el ajo y la zanahoria picada a fuego lento durante unos 8-10 minutos. Una vez rehogado agregamos una cucharadito de harina para espesar la salsa.
4.- A continuación subimos el fuego, añadimos el vino de Jerez y dejamos que se evapore el alcohol. Ponemos el agua y dejamos cocer a fuego lento durante unos 15 minutos.
5.- Cuando ha reducido la salsa incorporamos el solomillo que teníamos reservado, dejándolo cocer unos 5 o 7 minutos aproximadamente (dependiendo del tamaño del solomillo), teniendo en cuenta que la carne debe de quedar un poco rosada para evitar que se nos pase y se quede seca o dura.
Pasado este tiempo retiramos de nuevo la carne y a continuación pasamos la salsa por un chino o una batidora para que tenga una textura más cremosa. Se sirve cortado en rodajas gruesas regadas con la salsa de Jerez. Se puede acompañar con un puré de manzana o de patata.