Como todos habéis adivinado, queridos comensales, se trataba de M*A*S*H, película de Robert Altman estrenada en 1970. Aunque ambientada en la Guerra de Corea, a nadie se le escapaba que se trataba de una sátira a la guerra que se estaba desarrollando en aquel momento en Vietnam. El nombre de la película hace referencia a los hospitales de campaña (Mobile Army Surgical Hospital, esto es, un hospital quirúrgico móvil del Ejército), que Estados Unidos empleó por primera vez en Corea.
Los principales protagonistas, el capitán "Hawkeye" Pierce (Donald Sutherland) y el capitán "Duke" Forrest (Tom Skerritt) llegan a una de estas unidades, imprimiéndole un carácter canalla, mujeriego e infractor a la vida diaria del hospital. En clave de comedia negra, y no incurriendo en la carcajada, Altman logra filmar uno de los títulos clave de la década de los 70, siendo galardonada con una Palma de Oro en Cannes, y con un Oscar (dato curioso éste, ahora explicaremos por qué). Figura en alguna lista como una de las cien mejores películas de la historia; y en cualquier caso, como una de las mejores comedias.
Basada en una novela de Richard Hooker, el guionista Ring Lardner, Jr. modificó radicalmente su contenido. Altman tachó la novela de "terrible" e incluso "racista", y aunque los episodios más o menos se mantienen, sus diálogos obviamente fueron totalmente modificados. Pero es que además, Altman animó constantemente a la improvisación de sus actores, e incluso utilizó un zoom especialmente diseñado para esta película que impedía saber en cada momento lo que se estaba filmando. El disgusto del guionista era comprensible, aunque me imagino que se debió tranquilizar bastante al recibir el único Oscar de la película al mejor guión adaptado. Pues eso, que los caminos de la Academia son inescrutables.
Célebre fue también la relación de Altman con su elenco, en especial con Sutherland, que intentó que despidieran a Altman como director -al que tachaba de loco- y que su forma de dirigir era caótica.
Y cómo no, hay que recordar la serie que consiguió hitos de audiencia y que, al menos para mí, forman parte de mi recordada juventud (la película la descubrí después).
Y no, no me olvido. También está la canción (sí, la que David nos tarareó dando la pista definitiva). Disfrútenla, y hasta la próxima.