SOMA es el restaurante del Hotel Vincci de la c/ Goya de Madrid. Resaltar dos cosas, ambas positivas, la UBICACIÓN, en una de las calles más comerciales y con estilo de Madrid, y que se trata de un restaurante de hotel, lo que viene a confirmar la tendencia actual de que las cadenas hoteleras están cuidando mucho la restauración, convirtiendo los restaurantes en escaparate y referentes de la cadena.
Tiene una orientación a comida/cenas con amigos o en pareja, el conjunto de la decoración, color de la vajilla y cristaleras, le dan un toque romántico que se podrá convertir en una buena cena.
Local 4/5
La situación del local es inmejorable. Como he dicho se encuentra en el primer piso del Hotel Vincci en la C/ Goya de Madrid. Casi todas las mesas dan a unas cristaleras por las que se ve la citada calle, si bien, está perfectamente insonorizado.
La sala es muy agradable y cálida. La decoración sin lujos, simple y a la vez armoniosa. La vajilla es de distintos colores. El conjunto hace que te encuentres muy a gusto.
Si llegas pronto, puedes esperar en una zona de bar aledaña, con sillones, sofás o sillas y prensa.
Menú 4/5
La carta no muy extensa, describe claramente los platos y todos los complementos que lleva el plato. A pesar de de ser corta, tiene platos para vegetarianos.
Se presenta de forma muy clara, sin que te quede la menor duda de lo que vas a tomar.
Cambian platos con cierta frecuencia, por lo que es un aliciente más para ir, ya que no repetirás salvo que quieras.
Los platos no se prestan a cantidades importantes, razón en que hay que pensar en tomar dos platos, sobre todo si es comida, en el caso de la cena, se puede compartir un primero y tomar segundo.
Comida 4/5
He estado en varias ocasiones, tomando distintos platos y en general siempre he salido satisfecho.
Los platos responden a la cocina mediterránea, introduciéndole toques y acompañamientos de otras cocinas como la árabe y asiática, pero sin que el producto central del plato pierda su personalidad.
Una cosa que me gusta es que en la mayoría de los platos, los distintos ingredientes están perfectamente definidos, lo que permite que si alguno de ellos no es de tu gusto, lo puedas apartar simplemente.
En esta ocasión tomamos de entrada Mozzarela de Búfala con Focaccia crujiente y Tartar de Atún con aguacate. Los segundos fueron Solomillo con Torta del Casar, Cecina crujiente y Olivada, y Salmón sobre Trigo y aceite de Menta.
Todos los platos fueron de nuestro agrado. El conjunto de sabores de los distintos ingredientes en cada uno de los platos, le da un toque distinto, realzando el sabor del elemento principal, en este caso, solomillo y salmón.
Los amantes del dulce, no es mi caso, pueden disfrutar de algunos postres, no muchos, pero con muy buena apariencia.
Bebida 4/5
Tenía una carta de vinos variada y no muy extensa. Los vinos de Pago o Bodega están acompañados de una pequeña explicación sobre sus características, zona, etc. Presenta una variedad importante en cuanto al precio, teniendo de todo para elegir.
Servicio 4/5
El servicio es correcto y amable. No presenta ninguna situación digna de comentar. Manejan bien los tiempos de servicio sin que se produzcan retrasos, ni agobios.
Servicios adicionales 4/5
Puedes aparcar en parking del hotel, lo que es un acierto dada la zona en que estás. Muy bien comunicada si vas en transporte público, pero muy mala para aparcar.
También puedes usar algunos servicios del hotel, como la zona de estar que está próxima al restaurante.
Relación calidad-precio 4/5
La relación calidad-precio es buena o muy buena y trataré de explicarlo.
Tomamos 2 primeros, 2 segundos, una botella de vino blanco, agua y dos cafés. Todo por unos 95 euros precio de carta.
Sin embargo, el restaurante tiene de forma permanente una promoción del 50% en carta si reservas por El Tenedor, por lo que por esta comida pagamos 65 € en vez de los 95€.