de Mario J. Les.
Título: Sombras tras los cristales.Autor: Mario J. Les.Editorial: Terra Ignota (IBD)Páginas: 626.
Resumen oficial.
Avanzado el verano de 2002, Alex Astrain y Mailen Galdeano, acuciados por las circunstancias, deciden casarse, reuniendo a algunos de sus seres queridos en una ceremonia hilarante y marcada por una injustificable ausencia.
Tras la boda, los novios y sus amigos más íntimos, Fran Dalmau y Lynette Kosgei, emprenden viaje de luna de miel hacia el cono sur de África, en tanto que Simeón y David, los veteranos millonarios mecenas de su sociedad audiovisual, aprovecharán la semana entrante para visitar el antiguo campo de concentración de Flossenbürg en busca de respuestas sobre Eyal Bérkowitz. Allí serán testigos de las confidencias de los hermanos Kraus, una pareja de supervivientes del horror nazi que alimenta entre las alambradas de Flossenbürg las últimas esperanzas de encontrar un tesoro familiar desaparecido en noviembre de 1938, durante la infausta Noche de Los Cristales Rotos.
Viviremos junto a los Kraus la amargura y el dolor de una infancia de pesadilla, pero también seremos testigos de sus interes y de sus anhelos, en una ambiciosa puesta en escena que supura sensibilidad y misterio en grandes dosis, y en la que personajes históricos y ficticios se dan cita en una trama de inapelables efectos adictivos.
Impresión personal.
Sombras tras los cristales es una segunda novela de la Trilogía que sobre el Holocausto nazi está desarrollando Mario J. Les. La primera entrega de la misma la leí el año pasado, El Plan Berkowitz, una novela que no sólo me encantó sino que además fue toda una sorpresa porque el autor hilvana perfectamente una trama sobre el horror nazi y la grabación de un safari en Kenya, dos ambientes que poco o nada tienen que ver.
En esta segunda novela, Mario repite un esquema similar y nos lleva esta vez con la generación joven a Sudáfrica y con la generación mayor volvemos a Flossembürg y también al de Ravensbruck, ambos campos de trabajo, siendo el segundo exclusivo para mujeres. No sabría decir cual de los dos libros me ha gustado más. Quizá este segundo ha tenido menos factor sorpresa porque yo ya conocía a los personajes y aquello que los une, algo que en el primer libro me llenaba de intriga porque no intuía la relación entre el anciano Simeon y los jóvenes socios de la empresa audiovisual Alex, Mailaen y Franck. No obstante, los dos libros se pueden leer por separado porque son autoconclusivos en cuanto al misterio a desvelar del presente y la emoción contada en primera persona de los ex-presos de los campos de concentración.
Ya lo he mencionado anteriormente, creo que por mucho que leamos sobre la II Guerra Mundial, nunca será suficiente porque cada experiencia individual es una gran historia de horror en sí misma. Quizás en unos momentos como los actuales en los que la extrema derecha vuelve a hacerse fuerte en países como Francia, Alemania, Dinamarca, Suecia, etc., este tipo de lectura es aún más necesaria, sobre todo entre las generaciones más jóvenes para evitar que tanto horror, tanta miseria y tanto odio no quede en el olvido y se vuelvan a poder repetir situaciones como las que refleja este libro.
En este caso, durante una semana de puertas abiertas del campo de concentración de Flossembürg, los dos hijos de Eyal Berkowitz, David y Simeon, conocen a Leni y Lina Krauss, dos hermanos supervivientes que fueron detenidos junto a sus padres, siendo niños, durante la noche de los cristales rotos, separados por sexo y enviados a los campos de Flossembürg (padre e hijo) y Ravensbruck (madre e hija). Ambos hermanos, se dedican durante esa semana de visita al campo a contarle de forma alterna y en primera persona a los hermanos Berkowitz, su terrible experiencia en ambos campos, donde los dos perdieron a sus progenitores y se quedaron completamente solos en plena infancia y en pleno horror. La verdad es que la historia contada por estos dos hermanos es espeluznante, sobre todo, porque el autor no escatima en detalles y esos detalles vistos por los ojos de un niño y una niña aún duelen mucho más. Es una historia del horror vivido, de las heridas aún abiertas que les impiden a uno y a otro en muchas ocasiones continuar su relato, pero también es una historia de valentía, de orgullo y de dignidad ante el desvarío y la maldad de tu oponente. A través de ellos volveremos a encontrarnos con Eyal Berkowitz y Isaac Rabinovich, ya que estuvieron con Leni en el mismo momento que él en el campo. Una historia llena de realidad porque conoceremos de primera mano a personajes reales que gobernaron ambos campos donde la crueldad de los dirigentes era la nota predominante.
Ambos hermanos confiesan a los Berkowitz su interés en encontrar una antigua reliquia de mucho valor perteneciente a su familia que alguien de su confianza había custodiado desde que los detuvieron esa infausta noche de los Cristales Rotos.
Por otro lado, los jóvenes socios de la empresa audiovisual Mendebaldea viajan a Sudáfrica para embarcarse en otro safari. Allí coinciden casualmente con la madre de uno de ellos y junto a otro cúmulo de casualidades puedes intuir que algo se esconde detrás de algunos personajes aunque nunca intuí cual era la relación de cada uno de ellos con toda la historia que estaba leyendo tanto en el caso del horror nazi como en el safari. No cuento más, salvo que cómo podéis imaginar, Mario enlaza perfectamente lo que ocurre en uno y otro escenario.
Evidentemente, de ambos escenarios me quedo con los de la Alemania nazi por una cuestión de interés histórico que no me dejará de atraer nunca. No obstante, me ha encantado la historia del inmigrante rescatado en Sudáfrica y las descripciones del entorno que realiza el autor.
En definitiva, os recomiendo este libro aunque empezaría por el anterior El Plan Berkowitz porque si bien la historia de los hermanos Krauss es interesante a más no poder, la anterior de Eyal Berkowitz está además llena de misterio y hasta temeridad y venganza. De cualquier forma, cualquiera de los dos por separado son un perfecto retrato de aquella época con altas dosis de intriga. Dos perfectos thriller históricos que enganchan de principio a fin.