La conciencia no tiene memoria.
Entendemos y percibimos el mundo a través de nuestros sentidos y de los conocimientos que hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestra vida, esta es la realidad de nuestra conciencia. Nuestro cerebro es el que nos da la percepción de la realidad, el que ha ido acumulando todos los conocimientos adquiridos, es la materia que tiene memoria, la que nos sirve para poder entendernos y expresarnos, para crear y destruir, el que rige todo el movimiento psicológico de los pensamientos, en fin, el hardware en el que han sido instalados los programas (instintos) y al que también se le van añadiendo durante toda nuestra existencia (creencias, ideologías, religiones, costumbres, tradiciones etc).
He de decir que en este caso cuando hablo de conciencia me referiré a la conciencia universal, que es inmortal, no tiene memoria, no entiende tampoco concepto de tiempo y tampoco de espacio, pertenece al no movimiento que está implícito dentro del mismo movimiento.
La vida, nuestra existencia tal como la concebimos es la que forma parte del movimiento continuo, podemos observarlo en el movimiento de los cuerpos celestes en el espacio, aquí en la Tierra, también esta presente en la Naturaleza, el mar, en los ríos, etc. También está presente en nosotros como por ejemplo el latido del corazón y en nuestro movimiento psicológico.
La muerte que es el negación de la vida tal como la concebimos, es el cese de todo el movimiento psicológico y celular de nuestro organismo, el “no-movimiento”, pero observaremos que “nuestra” conciencia no puede morir, ya que forma parte integral de un todo, de un sistema que está en constante movimiento, éste es el universo. La conciencia no tiene ni fin ni principio, la memoria tiene que tener un fin y un principio porque es la consecuencia de la existencia, de nuestro cerebro, del pensamiento.
¿Qué es la conciencia universal?
La conciencia universal es el centro en el que se equilibra todo un sistema de objetos en constante movimiento, la que sirve de referencia a todo el conjunto para poder ocupar un lugar en el espacio y por ende tener un orden, por ejemplo el sistema solar, cuyo centro lo tenemos en el Sol, y a otros objetos celestes girando entorno suyo. El Sol es el centro y equilibra al sub-sistema dentro del cosmos que es el gran sistema.
¿A qué viene este escrito?
Mi idea principal es dar a entender que de alguna manera somos inmortales, para poder ofrecer así otra perspectiva y fenomenología que tenemos de nuestra existencia y poder así borrar del “hardware” nuestro instinto más fuerte y el que más energía también tiene, que no es otro que el instinto de conservación, si nos podemos zafar y logramos “eliminar” dicho instinto, que es la base y la raíz de todos los problemas podremos adquirir una nueva concepción de la vida.