“Somos un precioso lienzo dispuesto a albergar la mejor de nuestras obras”. Conversación con Nathalye Engelke Santos, autora de “El poder de lo femenino. Conecta con tu corazón”. Por Nery Santos Gómez

Estudiamos en el mismo colegio, el Nuestra Señora del Carmen en Caracas,Venezuela y solíamos decir, bromeando, que eramos primas pues compartimos uno de nuestros apellidos. Reencontrarnos en Madrid fue mágico y de gran aprendizaje, pues Nathalye tiene mucho que contarnos. Es autora de un libro intenso y profundo, y que ha materializado en su vida. Encontrar propósito y empezar nuevos retos cuando se tienen más de cincuenta años es encomiable y deseable. Nathalye nos pone como ejemplo su encuentro con el canto (un recién descubierto talento) y reafirmación de la música y cómo estos hechos han ido moldeando positivamente su vida. Solemos pensar que solo cuando somos niños estamos descubriendo el mundo, pero uno nunca debe parar de hacerlo, como tampoco dejar de aventurarse dentro de nosotros mismos para saber lo que queremos y lo que nos produce emoción y alegría realizar. 

Quiero compartir con ustedes las palabras de esta autora y amiga tan especial, pues sé que arrojará luz en el camino de ustedes como lo hizo con el mio. Palabras que ella tituló “El arte de lo femenino” y que yo agregaría de su propia cosecha “Un viaje hacia el autoconocimiento”. Viajes que se pueden emprender a cualquier edad. 

“El arte de lo femenino”

 “Una de las cosas que aprendí en mi viaje hacia el autoconocimiento, es que somos un precioso lienzo dispuesto a albergar la mejor de nuestras obras. Como ser humano, como mujer me vi abocada a escudriñar todo lo profundo que me era posible para conectar genuinamente con mi energía femenina.

La conexión con el corazón es un acto de honestidad y escucha interior, imprescindibles. Una de las consecuencias de este ejercicio es la capacidad de vivir en serenidad. Obviamente hay altibajos pero en líneas generales se puede cultivar la serenidad.

Este proceso podría equipararse al de la creación artística puesto que responde a una pulsión interna de manifestar una emoción, una idea y plasmarla en algún soporte. En este caso, el soporte somos nosotras mismas. Así como el bloque de mármol al que Miguel Ángel iba quitando lo que “sobraba” para que apareciera la espléndida figura de su obra; así vamos quitando de nuestro poso emocional patrones, creencias, discursos internos que sobran porque no pueden sostenerse para una vida sana.

En la medida que vamos conciliando observación, reflexión y acción, se abren paso cualidades que llegan a sorprendernos. Puedo dar un ejemplo sencillo: Nunca imaginé que mis aptitudes para la música pudieran materializarse. Mi caso fue algo como el fenómeno del escarabajo que vuela porque no sabe que físicamente es imposible. A mis cincuenta y tantos, jamás me habría atrevido a relacionarme de una manera directa con la música. Simplemente permití que ocurriera algo fuera de los patrones establecidos: no me lo cuestioné. Simplemente lo hice sin darle la oportunidad al “mono” de mi cabeza de comenzar a decirme que no podía hacerlo, que a mi edad era ridículo, que no tenía conocimientos suficientes y un largo etcétera. Lo cierto es que ahora canto en un coro universitario y he retomado el violoncello! Lo disfruto enormemente, he aprendido muchísimo y sigo aprendiendo. No me juzgo, me permito disfrutar, dar lo mejor de mí, exigirme pero sin flagelarme.

Este tipo de experiencias nos enriquece el alma, nos conecta con una sensibilidad que va más allá de lo material, yo lo vinculo con la energía femenina por ser una energía de creación, nos creamos a nosotras mismas.

Para finalizar me gustaría compartir un fragmento de un texto que escribí en mis redes.

..”El arte de vivir en serenidad permite reencontrarte con pasiones abandonadas más no olvidadas. El arte salva, sana. Siempre he pensado que sin arte nada tiene sentido. Es una manifestación del amor. La pasión por la belleza nos acerca a lo divino. Me siento agradecida por estar de nuevo en este camino de búsqueda de la belleza a través de mis manos, de mi voz, de mi perseverancia (o tozudez) ¿lo lograré? No lo sé, a veces sucede brevemente. Pero el trayecto es apasionante. Es apasionArte”  

Nathalye Engelke Santos