En estos días, muchas cosas han pasado aquí en los estados del sur. Cada vez más, hay grupos de jóvenes patriotas que buscan la secesión contra un gobierno federal cada vez más tiránico, anticristiano explícitamente, y antiblanco. Sí, señores, lo digo alto y claro. Ya se acabó la época de medias tintas aquí porque estamos en crisis espiritual, moral y cívica. Tenemos un sistema abiertamente, literalmente, dicho por ellos mismos, ANTIblanco, especialmente si eres un hombre de raza blanca. Yo no quería, la verdad, entrar en este tema. Es un tema repugnante, tóxico, pero es una realidad. Me han obligado a entrar en el tema, y hoy por hoy, hasta los más «hiperprogres» hablan en términos muy concretos sobre las razas. Como ya no hay manera de evitar el tema, porque te lo recuerdan a diario en la tele, en la radio, en centros educativos y, lamentablemente, en varias iglesias poseídas por el mismísimo diablo, hace falta entonces defenderse y si EEUU va encaminado a un enfrentamiento racial, los blancos que se arrodillan ante la negritud y solo les falta hacer una felación a un delincuente negro, sea quien sea, van a ser totalmente humillados.
Tuve la buena ocasión el otro día de conocer a un grupo de jóvenes rurales que son patriotas sureños, protestantes, y blancos de origen principalmente británico, como era de suponer en estas tierras. Hablamos de muchísimos temas en secreto, porque ya somos un grupo perseguido por el estado, somos oficialmente un grupo de disidentes que no aceptamos el sistema que nos han impuesto contra nuestra voluntad. En estos días, veréis algunos cambios en esta página web. Vamos a tener que replantearnos muchas cosas debido a los nuevos acontecimientos que infectan Occidente. En todo esto, en nuestras conversaciones, salió el tema racial sobre los europeos «del sur», y varios jóvenes concluyeron que hay españoles, así como italianos, griegos, etc que NO SON blancos. Esto es un hecho, y es un hecho además que hasta no pocos escritores catalanes, vascos y gallegos defendieron en España en una época mucho más sana que la actual donde se reconocían las diferencias raciales. Los jóvenes me preguntaron sobre mi criterio al respecto, y yo reconocí que efectivamente, hay españoles que no son blancos del todo, así como italianos, griegos, portugueses, etc. En esta entrada, me voy a centrar específicamente en los españoles, y por eso la he titulado concretamente sobre españoles.
Fue una charla muy intensa e interesante. Cogimos carretera hacia una zona muy aislada de las montañas de Virginia para hablar sobre políticas y las amenazas que representa Washington DC contra la libertad de los hombres blancos. Digo hombres blancos, porque el sistema ha dicho abiertamente que la amenaza principal a la «democracia», a esta pseudodemocracia de masas que es totalmente contraria a lo que querían los padres fundadores, los «white males», los hombres blancos, son «terroristas domésticos» en potencia. Quizá porque es el último bastión de resistencia contra un estado ilegítimo, corrupto, que ataca nuestra fe y nuestras libertades. Pues eso, hablemos sobre las razas en España, ya que estamos en el tema y la mayoría de mis lectores de habla castellana son españoles, o descendientes de españoles. Antes que nada, es necesario definir qué entiendo yo por «español» y «nacionalidad». En primer lugar, cuando yo utilizo el término «español», estoy hablando de españoles de origen. Es decir, españoles que tengan varias generaciones de orígenes en España. Dicho de una forma más cruda pero sencilla y clara: si eres negro, aunque hayas nacido en España, NO eres español para mí ni para ningún español honesto que te vea por la calle. Tú puedes tener DNI español porque el estado te lo da, pero nunca vas a ser un español de origen al igual que yo nunca seré un negro africano (ni quiero serlo y tú tampoco deberías querer ser lo que no eres, lo que DIOS NO TE HIZO). Los españoles honestos saben perfectamente, a simple vista, quién es español o quién podría pasar por español de origen, y quiénes no lo son. Si eres nacido en España pero tus padres no son españoles de origen, entonces tú no eres español. Antiguamente, normalmente «raza» y «nacionalidad» estaban prácticamente vinculadas. Eso todavía lo entienden bien en Asia. ¿Alguien se imagina a un rubio noruego que le digan «eres chino porque naciste en China»? Ni de broma. En segundo lugar, ¿qué entendemos por raza blanca? Hay mucha confusión al respecto. He tenido, dentro de la propia España, momentos muy desagradables de gentuza diciendo auténticas estupideces tales como «pero Alfred tú tienes el pelo oscuro, y mi novia es mucho más blanca que tú, cómo te atreves a decir que no es blanca??» Esa gente imbécil, sin duda infectada por Hollywood, piensa que blanco es simplemente una cuestión de tener pelo claro y ojos azules. Por esa regla de tres, entonces hay MARROQUÍES blancos porque nacieron con el pelo rubio y tienen pecas. ¡Qué estupidez! Sería una total estupidez decir que un marroquí, por el simple hecho de tener pecas, es blanco de raza. La raza va mucho más allá: son RASGOS. Es una herencia, un ADN. Tú puedes tener el pelo rubio y tener pecas, pero aún así tener RASGOS NEGROIDES, como he visto en algunos casos de magrebíes rubios. Ya que estamos, yo me hice la prueba de ADN con 23andme y no me sale nada ni africano, ni moro, ni otra cosa que no sea europea. Entre mis orígenes, me sale España obviamente (Galicia, Catalunya y Valencia, que son las zonas más blancas y europeas del país), pero también Reino Unido, Francia y hasta un pequeñísimo porcentaje escandinavo. Normal, no tengo ni «sangre judía», ni mora ni negra, ni portuguesa, como algunos subnormales en España dicen que los españoles todos tienen «sangre mora» o «sangre africana». Serán ellos y sus familias, pero no todos los españoles tenemos esa genética. Aquí en EEUU, las razas se entienden mucho mejor que en España, porque como comentaron en el grupo, hay hasta indígenas que nacieron con pecas porque tuvieron algún ancestro británico que penetró a alguna mujer india, pero no por ello decimos que son «white». Siguen siendo INDÍGENAS. INDIOS. Le miras la cara, y sus RASGOS son indios, por muy blanquito de piel que pueda ser. Sin embargo yo, aunque tenga el pelo oscuro, nadie me confunde con otra cosa que no sea europeo de origen. Si no me conocen, lo que más me llaman es o francés de origen o británico, sobre todo de Gales o de la parte occidental británica. Todo esto lo menciono porque hay muchos idiotas que no saben lo que significa raza y piensan que ser rubio es la definición de blanco. Aquí en EEUU, así como en Reino Unido, se sabe que no es tan fácil. El propio autor nordicista Madison Grant NO era rubio ni tenía los ojos azules. Eso resulta muy difícil de entender para la gente de esta época que es una gente irracional, emocional, de chascarrillo rápido y risita. Dicho todo esto, claramente, España es un país que si bien la mayoría de sus gentes es blanca de raza, hay mayor frecuencia de personas que NO son de raza blanca, aunque sean españoles de origen, si comparamos con los países del norte de Europa. Esto lo entendían muy bien los escritores catalanes y gallegos, o vascos, del siglo XIX. Nadie en su sano juicio, por ejemplo, puede afirmar que los cantantes «Del Rio» son de raza blanca. O, como bien me recordaron los chavales, una chica como Penélope Cruz no es blanca…y es estúpido decir que Penélope Cruz es blanca solo por ser de «España» y no, por ejemplo, SALMA HAYEK. Me está encantado como aquí en el sur se habla abiertamente sobre las razas de esta manera, porque hacía muchísimos años que yo no podía tener una discusión tan interesante y HONESTA, sobre todo entre jóvenes. Aquí se dan cuenta enseguida de los rasgos. Es como era España hace décadas atrás cuando la gente era honesta y consciente de su identidad. Yo lo primero que noto de una persona es su raza. Años atrás, recuerdo a una alumna de raza negra que me dijo, riéndose, que ella no entendía a los blancos falsos que decían «yo no veo raza, las razas no existen». «¿No? Pues yo sí veo raza nada más verme en el espejo», me decía, riéndose. ¡Claro! Es que eso es ser honesto. Esos blancos que dicen «yo no veo raza» no son más que unos seres despreciables y mentirosos en el peor de los casos. Lo irónico de todo esto es que los «woke», esa izquierda radical, es la que MÁS habla de raza hoy en día mientras los conservadores, como cobardes que han sido siempre, agachan la cabeza y tienen terror de tocar el tema racial. La última década en la que los conservadores trataron el tema racial fue en los años 80.
Bueno, menos rollo y más al tema. Disculpen los señores lectores, pero es que a veces suelo escribir en un flujo de conciencia, según se me ocurren las cosas, a diferencia de mis sermones que sí los organizo mucho más porque son para el día del Señor. Voy a limitarme a citar frases de escritores catalanes del siglo XIX sobre los castellanos y andaluces, principalmente, para tratar este asunto sobre las razas en España. Empecemos por una frase de Pompeu Gener, a continuación:
«En España, la población puede dividirse en dos razas. La aria (celta, grecolatina, goda) o sea del Ebro al Pirineo; y la que ocupa del Ebro al Estrecho, que, en su mayor parte, no es aria sino semita, presemita y aun mongólica [gitana].» Yo no iría tan lejos como el señor Pompeu Gener, pero sí está claro que en zonas de Castilla y partes de Andalucía, hay varias personas con caras NO europeas y piel muy oscura. ¿Mayoría? No, en absoluto, pero ¿más que en Catalunya y Valencia? SIN DUDAS. Otra cita de Pompeu Gener: «“Vamos dudando hace ya algún tiempo que la mayoría de España sea capaz de progreso à la moderna. Sólo las provincias del Norte y del Nordeste hemos visto verdaderos elementos, en raza, y en la organización del país, que permita esperar el desarrollo de una cultura como la de las naciones indogermánicas de origen. En el centro y en el Sur, exceptuando varias individualidades, hemos notado que, por desgracia, predomina demasiado el elemento semítico, y más aún el presemítico o bereber con todas sus cualidades: la morosidad, la mala administración, el desprecio del tiempo y de la vida, el caciquismo, la hipérbole en todo, la dureza y la falta de medios tonos en la expresión, la adoración del verbo.” No creo que haga falta elaborar mucho más, pero sigue siendo cierto en parte. Otra frase, muy cierta: «“[la raza que] proporciona la mayoría de funcionarios, de adeptos, y de gente que acata y sufre resignada esa máquina dificultativa del funcionamiento administrativo-gubernamental, es la raza del Ebro al Estrecho de Gibraltar, castellanos, andaluces, extremeños, murcianos etc.” En general, cuanto «menos blanco», tanto racialmente como psicológicamente, menos «rebelde», más dispuesto a tolerar un estado liberticida. Es precisamente por esa razón que aquí en EEUU, el «gran capital» quiere seguir inundando el país de no blancos, porque saben que los inmigrantes que entran ahora suelen ser analfabetos y de bajo cociente intelectual. Son mucho más fáciles de controlar que el hombre blanco protestante que cuestionamos todo. Por eso nos odian tanto.
En fin, podría seguir con otros textos de otros autores catalanes o gallegos como Alfredo Brañas, pero creo que os vais haciendo una idea de hacia dónde voy con todo esto. La representante podemita, la negra impresentable Rita Bosaho, que es guineana negra, no una verdadera española (y además ella se enorgullece de su raza pero no permite que los demás se enorgullezcan de la suya si son blancos), dijo en esta entrevista poco difundida en España, que España «nunca ha sido un país blanco». Tiene gracia que una negra con pinta de indocumentada, analfabeta funcional, afirme lo que sea un país que no es suyo. Pero, la culpa de todo esto la tiene los españoles por tolerarlo. Eso sí, lo que dijo sí tiene una parte de la verdad. Hay un sector dentro de España que jamás ha sido blanco. España ha tenido moriscos, bereberes y gitanos, cosa que no pasa en los países del norte de Europa. Por cierto, no tiene nada que ver con el «aspecto físico» solamente. En España, la tierra que más tiene este elemento no blanco es Castilla y partes de Andalucía como Sevilla, Córdoba y Cádiz. A menudo oigo decir «pero si en Sevilla y Cádiz hay gente rubia que son descendientes de alemanes pobladores». Sí, correcto, pero no es ni mucho menos una mayoría. Hay gente en Cádiz que no estaría fuera de lugar en algún bazar marroquí. Así pues, lo que digo la guineana es en parte cierto, si bien sus conclusiones y generalización son incorrectas.
Pero, la pregunta sigue vigente. ¿Son blancos los españoles? Yo diría que es una cuestión de caso por caso. Como hoy en día España le da DNI a cualquiera, es necesario indagar más como ya se hace en EEUU desde hace décadas. Aquí, el simple hecho de ser «de pasaporte» por supuesto no te otorga blanquitud. Es mucho más inteligente y lógico preguntarle a la gente cuales son sus orígenes reales para determinar así su verdadera identidad. Yo lo primero que hago si pregunto a alguien de donde es y veo que no parecen blancos, en caso de estar en un país que históricamente fue blanco, es preguntarles que de dónde son originariamente. Eso, hoy en día, la chusma «woke» lo considera una «microagresión» porque para ellos, lo último que quieren es una persona blanca consciente de su raza e identidad y fe cristiana. No te dejes nunca intimidar por esa escoria inmunda de gentuza. Lo cierto es que los «no blancos» no son la población que históricamente CIVILIZÓ estos países. ¿Alguien realmente piensa que si los padres fundadores de EEUU hubiesen sido chinos, EEUU tendría las libertades protestantes de las que hoy aún quedan algunas? ¿Alguien realmente piensa que si España hubiese tenido una población históricamente NEGRA, habría sido el país que es hoy? Ni de broma. Añado a esto que aún así, hay españoles de origen que NO son blancos tampoco, como los hermanos del Río, o Penélope Cruz, Lola Flores, Zaplana el ex político murciano (Murcia tiene un importante foco de población no blanca de origen morisco y árabe expulsada de Valencia).
Otros pensamientos que he ido teniendo, sin ningún orden particular:
¿Te has fijado, cuando ves vídeos de manifestantes «antifas» y otros grupos de la ultraizquierda en general, una gran divergencia en la apariencia de muchos de los manifestantes? La mayoría de los derechas normalmente van bien vestidos, aseados, pero sin embargo la izquierda normalmente es uniformemente disgénica, es decir, fea. La derecha disidente cristiana en EEUU está llena de gente guapa, mientras que si te fijas en las «chicas» de la ultraizquierda, suelen ser regorditas, con pelo teñido de azul o rosa, y piercings en la nariz. Las llamaría cerdas, pero eso sería un insulto al noble animal, que son mucho más inteligentes y fieles, nobles, que esas tiparracas bocazas tatuadas y con olor a porros, y estiércol. Como dijo Ronald Reagan en los años 60, la izquierda huele a leopoardos. Aquí podéis ver el vídeo de Reagan hablando sobre los sucios e inmundos inútiles hippies. Qué buenos tiempos aquellos de libertad cuando se podía decir lo que realmente se piensa. Yo pretendo recuperar esa libertad y dejarle bien claro a nuestros enemigos que aún somos muchos los que no nos hemos dejado engañar por la propaganda de los medios de comunicación controlados.
Si nuestros ENEMIGOS nos llaman “nazis” por apoyar los valores de la libertad, las normas tradicionales y la oposición al comunismo, no debemos acobardarnos ante la acusación. Personalmente, mis colegas y yo no somos “nazis” (un término despectivo acuñado por marxistas). Somos, o al menos, yo personalmente, soy SEPARATISTA y SOBERANISTA. Soy capitalista en lo económico. Pero en una e´poca en la que todos los que no están de acuerdo con el comunismo son fascistas , al menos deberíamos ser buenos fascistas. Desafortunadamente, para la mayoría de la derecha disidente, incluso aquellos que dicen ser tradicionalistas, son un desastre tanto en su vestimenta, como en su fe cristiana porque carecen de verdadera fe y fervor, y en muchos casos aceptan las tesis de nuestros enemigos. Por ejemplo, en materia del voto popular, ¿a cuantos derechistas conocen que quieren abolir el sufragio popular al Senado? ¿Ves lo que ocurre? El momento que tú permites que tu país se convierta en una democracia de masas, y en muchos casos masas disgénicas, resentidas, y analfabetas, tenemos el percal moral y social que tenemos ahora. Nuestros ancestros en la fe ya advirtieron sobre esto y no les hicimos caso.
Además de la necesidad de diversificar y reconocer que esta es una campaña multifacética para la supervivencia de nuestra gente, de modo que ya no podemos implementar las antiguas tácticas cansinas, debemos centrarnos en la imagen. La tradición y el aseo son elementos centrales de una sociedad funcional. Si realmente eres cristiano, patriota, hombre blanco libre, vestirás bien, hablarás apropiadamente, emplearás modales impecables, irás a la iglesia, formarás alianzas y te dedicarás al mejoramiento perpetuo de la raza, desde el ejercicio hasta la lectura. Si te vistes desaliñado cuando las cámaras no están rodando, te das un atracón viendo Netflix y haces caso omiso del decoro, entonces no estás realmente comprimetido con los valores que aquí defendemos. Por cierto, tampoco siento ningún respeto (ni los quiero cerca) hacia los varones jóvenes que miran pornografía en la intimidad. Sois basura.
Precisamente si el movimiento de derechas tuvo tanto éxito en los años 80 fue precisamente porque se promovió un retorno a la tradición. Ronald Reagan hablaba abiertamente sobre querer devolver a los EEUU a los años 50, así como Margaret Thatcher hablaba de los «victorian values», del siglo XIX. Tú no eres realmente conservador si tus valores están más en línea con esta época y si tus hábitos cotidianos no se distinguen en nada de cualquier «antifa» apestoso. El futuro no siempre es progreso, como vemos ahora. Las personas gordas y perezosas son consecuencia de una sociedad afeminada que ha perdido su espíritu guerrero y ha aceptado una nueva mentalidad tóxica. Reafirma tu caballerosidad y masculinidad. Créeme cuando te digo que no todas las chicas son como esas gordas que ves en las manifestaciones izquierdistas.
Recupera las tradiciones de tu país concreto. Los sureños de EEUU deben imitar los consejos y gestos gentiles de su general Robert E. Lee y sus influencias deben beber de fuentes como los famosos «fire eaters» sudistas del siglo XIX, o de George Wallace en los 60. Por cierto, si eres neonazi, no eres bienvenido aquí. En lugar de Mein Kamps, lee el «Grey Book», un modelo para la independencia del sur de EEUU. Yo personalmente le enseño a los jóvenes de mi academia historias relacionadas con Daniel Morgan, Andrew Jackson, Nathan Bedford Forrest, John Mosby, Manse Jolly y el Chesty Puller de Virginia. Aquí no hay saludos romanos ni «Sieg Heil», sino pulos cerrados de la oración protestante y el DEO VINDICE. No sé si ganaremos estas guerras, pero el día que me muera, quiero que la gente sepa que al menos fui un último bastión de resistencia y que nunca me rendí ante los enemigos de Dios.
