SONÁMBULOS. Christopher Clark (2012)

-Entre todos la mataron y ella sola se murió.-
Género. Historia.
Lo que nos cuenta. Con el subtítulo Cómo Europa fue a la guerra en 1914, exposición de diferentes (y copiosas) situaciones (y actitudes) que se dieron en la Europa de comienzos del siglo XX y que, como un terrible sumatorio, tejieron la tela de lo que terminó siendo la Primera Guerra Mundial.
Mi opinión. Trabajo muy interesante, tanto como denso (pero no espeso), plagado de información en todas sus páginas, que intenta construir el puzle del origen de la Gran Guerra combinando piezas de múltiple origen, forma y naturaleza, que durante su primera parte ofrece datos sobre eventos más o menos lejanos al conflicto pero que no lo fueron en absoluto, para a continuación ofrecernos una exposición de las actitudes de la mayoría de las naciones protagonistas del enfrentamiento (actitudes que no siempre ofrecían un frente común nacional y sí cierta individualidad personal) y que, para terminar, nos presenta en la última parte un minucioso repaso a los eventos de las semanas que pasaron desde el asesinato en Sarajevo hasta el estallido de los combates, que en general es un libro poco cómodo de leer porque la información vence, en las prioridades del autor, a cualquier clase de estilismos (por más que su prosa sea decente y, en ocasiones contadas, casi atractiva), una información que se pone a disposición del lector para que sea él quién saque sus conclusiones al respecto de la gestación de esta guerra. Pero tal vez no encuentre todas las respuestas y sí más preguntas, ya que hay áreas grises todavía y muchos matices sobre los que incidir.
Destacado. No debería ser el comienzo de la aproximación de un lector a la Gran Guerra, ya que de ella en sí misma no se habla y hacen falta conocimientos de su desarrollo (y significado posterior) para disfrutar (y entender) más el alcance de esta obra.
Potenciales Evocados. No he leído una obra así nunca, que como monografía se acerque a los orígenes de la misma, sólo los he leído por partes y sin conexión, por lo que no me atrevo a jugar a los “parecidos razonables”.