Luchamos contra cíclopes azulesparapetados tras sus escudosque vigilan nuestros brazos desnudoscomo jóvenes ramas de abedules.No agaches tu mirar, no disimules;los cascos unicejos no son mudosde ver sino que en breve serán rudoscombatientes que harán que capitules.Después su munición será de salva,gomaespuma sus porras extensibles,sus patadas y puñetazos malva.Después serán espíritus sensiblesobligados por piedras a mansalva,y tú y yo bárbaros irreductibles.