Sopa tailandesa de pollo y leche de coco (Tom Kha Kai)

Tailandia es un país que el año pasado estuvo a punto de convertirse en nuestro destino de las vacaciones de verano, pero finalmente el azar nos llevó a pasar 25 días viajando por el sudeste asiático, pero en Camboya y Vietnam.

Fue precisamente en Camboya donde probamos esta deliciosa sopa típica de la comida tailandesa y tan popular entre los turistas por su sabor suave y por ser poco picante (relativamente, y siempre según la escala sudeste asiático, donde consideran que la mayonesa de cayena es “no spicy“).

Por eso, cuando Nieves de La Cajita de Nieves y Elena me invitó a participar en el reto de Cocinas del Mundo y vi que este mes tocaba viajar a Tailandia, me decidí a sacar tiempo para participar como fuera, pues tenía muchas ganas de preparar esta sopa en casa. Ayer llovía, hacía frío (aunque estemos ya bien entrados en Mayo) era Viernes y no trabajaba por la tarde: era el día perfecto.

El nombre de esta sopa, Tom Kha Kai, es muy descriptivo y ya nos va diciendo lo que vamos a comer: Tom (sopa) Kha (galangal, también llamado jengibre tailandés) Kai (pollo)

Y ahora es cuando los puristas de la cocina tailandesa van a querer crucificarme, pues por más que he buscado, no he conseguido encontrar en galangal aquí en Granada. Ni el rizoma, ni seco, ni en conserva, ni nada de nada. Así que no me ha quedado más remedio que sustituirlo por….jengibre fresco. El sabor del galangal es fuerte , de tipo picante pero sin ese toque alimonado que tiene el jengibre lo que hace que en realidad el resultado final sea algo diferente, pero aún así, en mi humilde opinión delicioso.

Esta sopa se prepara en realidad en muy poco tiempo, y por las propiedades de sus ingredientes como el ajo y el jengibre es un plato genial para los días más fríos de invierno, o los chaparrones fríos de primavera.

Ingredientes: (2 personas)

• 2 dientes de ajo
• 1 chile rojo
• 1 cebolleta
• 1 pechuga de pollo
• 4 o 5 rodajas de galangal (en mi caso, jengibre) fresco
• 200gr de setas ostra
• 1 cucharadita de citronela seca
• 400ml. de leche de coco
• 500ml. de caldo de pollo
• 1 sobre de dashi
• 1 cucharadita de sal
• 2 cucharaditas de azúcar
• 2 cucharaditas de zumo de limón o lima
• 1 ramillete de cilantro

Elaboración:

En una olla ponemos a calentar el caldo de pollo y la leche de coco. Mientras que rompe a hervir machacamos en un mortero los dientes de ajo y el chile rojo.

Si no queremos que pique demasiado, podemos quitarle las semillas al chile antes de machacarlo. Cuando empiece a hervir el caldo, añadimos a la olla el mortero con el ajo y el chile chafados, las rodajas de galangal (o jengibre), y la citronela. Dejamos cocinar 2 minutos para que las hierbas vayan soltando sus aromas.

Incorporamos ahora al caldo la pechuga de pollo, cortada en trozos, la cebolleta cortada en ruedas, la sal y el azúcar. Removemos bien y tapamos la olla. Dejamos cocinar unos 10 o 15 minutos hasta que el pollo esté hecho. Reservamos los rabos verdes de la cebolleta para decorar luego por encima.

Mientras que se hace la sopa, cortamos con las manos las setas en trozos toscos y picamos las hojas del ramillete de cilantro y los rabos de la cebolleta.

Una vez que el pollo está listo, añadimos las setas a la olla y cocinamos 5 minutos más.

Por último, añadimos el sobre de dashi a la sopa y las cucharadas de zumo de limón y dejamos cocinar un par de minutos más, removiendo bien.

Servimos la sopa en cuencos profundos y espolvoreamos por encima el cilantro y los rabos de cebolleta.

¡Y ya tenemos lista nuestra sopa Tom Kha Kai!

Servimos muy caliente para reconfortar los cuerpos fríos. Un plato exótico pero sencillo de elaborar que nos transportará a ese puesto de comida callejera en Bangkok al que corren turistas y locales a por un plato de sopa para reponerse del chaparrón tras una descarga de tormenta monzónica. ¡Qué fácil es viajar con la comida!

¡Que aproveche, Calderer@s!