En Transilvania, región de origen del conde, por sus cualidades geográficas y climáticas, era donde se cultivaban las mejores ristras de ajos de buena parte del mundo. Así, el Conde Drácula era un latifundista rumano con grandes extensiones de tierra, dedicadas al cultivo de ajos. Toda su vida giraba en torno a los ajos; comía ajos para desayunar, para comer, para cenar y entre comidas, a todas horas. No se sabe por qué razón, que tenía que ver con la exhalaciones que emitía al hablar, el Conde, aun siendo un hombre afable y culto, siempre estaba solo.
Su mujer le abandonó para recluirse en un convento (de hecho, se fugó con un criado, un buscavidas italiano de la época). Sus criados, los seres más cercanos, no se atrevían a entrar a su aposento. Preferían recibir los encargos desde la puerta entreabierta, temerosos de caer desmayados por la atmósfera que rodeaba al amo (no me extraña con tanto ajo).Sus amigos y conocidos ni se acercaban a sus propiedades. Esto, le obligaba a recluirse en una soledad impuesta, convirtiéndose, con el tiempo, en una persona arisca y huraña, la cual no tenía más actividad que dormir y comer ajos. Hasta que una noche, mientras divagaba y meditaba, se cortó. Instintivamente se llevó la mano a la boca, y le fascinó y gustó tanto la sangre que salía de su mano, que se enamoró de ella, no pudiendo dejar de chuparse el dedo hasta que cayó desmayado. No sabemos que pasó por su cabeza durante el desvanecimiento, pero una vez recobró la conciencia, se levantó, se puso su mejor capa bordada con hilo de oro fino y se dirigió al ala donde se hospedaba la servidumbre. Allí, uno por uno, les fue succionando la sangre. Después de aquel "maravilloso festín" -transcrito textualmente como dejó escrito en sus memorias-, se dirigió al poblado más cercano y siguió con sus sangrientos festivales, sembrando el terror en toda Transilvania. Pasó mucho tiempo hasta que lo cogieron y lo quemaron vivo en una pira de la plaza Mayor, y mucho más para que los aldeanos supieran el origen de tan magna tragedia.
Incapaces, estos, de encontrar una razón a esa fatalidad, decidieron culpar a los ajos, argumentando que lo habían vuelto loco.
Receta con Thermomix
INGREDIENTES:
- 100 gr de aciete de oliva
- 6-8 dientes de ajo cortados en láminas
- 8 rebanadas de pan del día anterior (cortadas finas)
- 1 cucharada rasa de pimentón dulce
- 1500 gr de agua
- 2 pastillas de caldo de carne
- 4 huevos
- Poner en el vaso el aceite y programar 5 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1.
- Añadir los ajos y programar 4 minutos, temperatura Varoma, giro a la izquierda, velocidad cuchara.
- Incorporar 1 ó 2 rebanas de pan y programar 2 minutos, temperatura Varoma, giro a la izquierda, velocidad cuchara.Añadir el pimentón por el bocal en los últimos segundos.
- Añadir el agua y las pastillas de caldo y programar 20 segundos, temperatura 100º, velocidad 1.
- Cuando acabe el tiempo programado parar la máquina e incorporar los huevos y las rebanadas de pan.
- Dejar reposar unos minutos dentro del vaso y servir muy calentita..:)
NOTAS:
Si quereis el huevo en hilos en el último paso programar 5 segundos, velocidad 2. Yo lo hice así y queda muy rica!!!
Cuidado esta noche con los Draculas y las Brujas!! :)
BON APPÉTIT!!