Acabo de terminar una novela escrita en el 2010 por Sophie Hannah que ha sido traducida al Español con el título de “Los muertos se tumban”. Sophie Hannah, escritora inglesa que ha recopilado ya un buen número de premios, se especializa en el thriller psicológico y tiene un buen número de seguidores, muchos de ellos incondicionales. Esta es la primera obra suya que leo y según descubro en varios foros de seguidores suyos, no se trataría de uno de sus mejores logros. Lo cierto es que siendo una novela interesante, no la pondría en mi lista de las más recomendables del género de misterio o policíaco. Sin embargo, “Los muertos se tumban” tiene algunos elementos de estilo que la hacen muy especial. De capítulo en capítulo, la narrativa va cambiando de tercera a primera persona, y esto último lo hace para dos personajes distintos. El efecto que Hannah consigue con esto es interesante y diferente. Luego, llama la atención la trama que es extremadamente enrevesada. Empieza con la confesión por parte de uno de los personajes de que ha asesinado a una mujer. Pero resulta que dicha mujer no está muerta. A partir de aquí la trama se va desarrollando y va cambiando de forma bastante radical durante las casi 600 páginas del libro. No es difícil de seguir ni complicada y he de decir que Hannah resuelve el final de la historia con un argumento razonablemente creíble. Elementos que al principio de la novela parecían no tener conexión entre sí acaban curiosamente entrelazados creando una historia más grande y más potente.
Si tenéis curiosidad por descubrir las particularidades de este libro, leedlo. Creo que no os arrepentiréis. Si tenéis otras obras en la mesilla, tal vez lo podáis dejar para otro momento.
Y como siempre, la mención culinaria. Reconozco que no hay muchas, pero al menos en un momento de la obra uno de los personajes almuerza en un restaurante italiana con un abogado. Durante esa comida se pide una pizza que no llega a probar. Como buenos Cocinista, os sugiero que hagáis la pizza en casa y para ello, nada mejor que usar la harina adecuada. Y para rematarlo, ¿os atrevéis a hacer una pizza pepperoni habiendo hecho el pepperoni vosotros mismos?