Revista Cultura y Ocio

Sorpréndeme, de Megan Maxwell

Publicado el 30 junio 2014 por Xula

Sorpréndeme, de Megan Maxwell
SorpréndemeMegan MaxwellISBN: 9788408120827Formato: Tapa blanda– 432 Pág.Editorial: Esencia  

Björn es un atractivo abogado a quien la vida siempre le ha sonreído. Es un hombre ardiente, alérgico al compromiso, pero al que le encanta disfrutar de la compañía femenina en sus juegos sexuales. Melania es una mujer de acción. Como piloto del ejército americano está acostumbrada a llevar una vida al límite, sin embargo, su principal misión es la de luchar como madre soltera por sacar adelante a su hija. Cuando el destino los pone cara a cara, la tensión entre ellos se hace evidente…Pero lo que en un principio fue un encuentro hostil, poco a poco irá convirtiéndose en una atracción irrefrenable. ¿Conseguirán estos dos titanes llegar a entenderse?

Hace ya algunos meses leí la trilogía de Pídeme lo que quieras (Pídeme lo que quieras, Pídeme lo que quieras ahora y siempre y Pídeme o déjame). Si habéis leído las reseñas según las fui escribiendo, sabréis que aunque en general la historia me ha gustado y me lo he pasado bien leyéndola, la ultima parte para mi sobraba y no me ha dado mucho más.
Así que cuando salió a la luz esta “secuela” basada en un personaje secundario de la saga, no me llamó la atención inmediatamente. De hecho, deje pasar mucho tiempo antes de aprovechar un momento para definitivamente cogerlo por banda. Sin esperar nada de él, porque no me gusta la idea de aprovechar el tirón de un superventas para sacar más novelas que engrosen las listas.
Sin embargo, también tengo que decir que el personaje de Björn me pareció bastante entrañable en su momento, mucho más maduro que los dos protagonistas. Así que quizás fue por ello que una noche abrí las primeras páginas…
El primer cambio que se nota, es que ya no está narrado en primera persona por Judith. Es de agradecer, porque ya en el último volumen de la trilogía me había parecido un tanto cansino. En Sorpréndeme, pasamos a un narrador mas imparcial que no solo nos narra la versión de Björn, sino también la de Melania, un personaje que había aparecido de refilón al final de Pídeme lo que quieras o déjame.
Ya desde el primer momento, en aquella escena aislada de la trilogía, yo me veía venir una secuela. La verdad es que los dos personajes prometen, aunque la relación entre ellos tarda en arrancar. El primer tercio de la novela se basa en una tensión sexual entre ellos que se resuelve en el segundo tercio. Entonces… ¿Qué sucede en esa última parte? Una serie de enredos y mentiras producidos por el hecho de que Melania pretende esconder su verdadera profesión.
Este es precisamente el aspecto que menos me ha convencido de la historia, primero por el hecho de que ella no quiera que se sepa que es militar. Y menos cuando se la presenta como una mujer muy fuerte y decidida a la que le importa poco lo que piensen de ella. Y bajo mi punto de vista, si uno se siente orgulloso de su profesión, no comprendo porque lo oculta.
Por otra parte, no sé hasta qué punto es realista el estilo de vida de ella. No conozco de primera mano cómo funciona el ejército americano, pero sí el español, y que yo sepa no se tiene a sus pilotos esperando en casa a que surja una misión. Se trabaja todos los días, aunque no haya campañas, y sin embargo a ella la vemos ociosa excepto en momentos puntuales.
Esto le permite sus viajes a España, porque a pesar de estar ambientada en Alemania (donde Judith y Eric viven ya de forma definitiva) nuestro país tiene que aparecer sí o sí. Para ello se basa en las raíces asturianas de Melanie. Aquí entra el otro aspecto que no me convence. Y no solo no me encaja, si no que hasta me ha ofendido.
Yo soy asturiana y por tanto tengo motivos para quejarme. Primero: si coges un avión no vas a Oviedo, vas a Asturias en general porque solo tenemos un aeropuerto. De hecho, en todo caso llegas a Avilés. Segundo: quiso ponerle el toque de “argot” como hizo con las raíces andaluzas de Judith, y sinceramente, no los representa para nada. Aquí no nos saludamos con un “Que ye ohhh”, por mucho que lo sitúes en un pueblo pequeño. Y es que en la zona de Colunga no hablan precisamente un bable muy cerrado… y mil cosas más de las que podría quejarme.
Pero volviendo al asunto, realmente es una novela de entretenimiento. De estas que te lees en un par de noches sin esperar demasiado y no te planteas releer. Su ritmo es muy fluido y te incita a seguir leyendo, aunque en la última parte se haga algo pesada. En los aspectos más picantesde la novela, sigue la línea de Pídeme lo que quieras, aunque un poco más suaves al centrarse bastante en ellos dos. En ese sentido es mas intima, menos vulgar (para los que nos les gustó el asunto de los intercambios).
Por supuesto, los diálogos predominan mucho sobre cualquier tipo de descripción o ambientación, que se limitan a los locales de ambiente o los actos concretos. Es decir, que es una novela sencilla en la que se sabe lo que se busca y nos lo da sin demasiados rodeos. Tampoco tienen pretensiones de nada más excepto la evasión durante unas horas. Porque a un ritmo como el mío, te dura apenas dos tardes (o noches).
El final es relativamente predecible, y de hecho casi desde la mitad yo ya me imaginé por donde iba a salir. Aunque también es cierto es que no es una novela negra tremendamente elaborada, si no que es una novela más romántica que erótica para dejarte llevar un rato. Me ha sorprendido, y no para bien, la cierta infantilidad que he notado en los personajes que veía mucho más centrados y adultos de lo que finalmente fueron. Claro que entonces no habría historia que contar.
Así que, sí. En general me he evadido y me he entretenido. Sigo notando muchas lagunas en algunos aspectos que probablemente por falta de documentación han quedado muy forzados, pero que quizá se puedan pasar por alto según quien lo lea. Sé que a la mayoría le ha gustado, aunque me parece que yo empiezo a cansarme del género. No quiere decir que no vuelva a leer nada de ahora en adelante, si no que intentaré intercalar autores distintos para no sufrir la saturación de historias que me parecen muy similares.

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