Sorpresas que da la vida

Hace unos meses, un amigo me comentó de una entrevista que habían hecho a Mario Conde por televisión, en la que este hombre, había transmitido una gran profundidad, humanidad, espiritualidad... Le escuché con un cierto escepticismo, pensando que era una víctima más de la sugestión mediática.
Pasado un tiempo, otra persona me comentó algo parecido y pensé nuevamente en el poder de los medios para transmitir la imagen que se quiere dar de un personaje público. Nuevamente, me dejé llevar por el prejuicio.
Pasó más tiempo y el amigo de la primera línea me comentó que Mario Conde había estado en Navidad, en Santa María de Huerta, un monasterio que visito de vez en cuando, y en donde me gusta pasar unos días para desconectar del mundanal ruido. Puedo decir que es uno de los lugares que me han llenado de paz y de fuerzas interiores para hacer la vida aún más plena de belleza y significados.
Curiosamente, saber que Mario Conde había estado allí pasando unos días, sí me suscitó curiosidad y abrió una brecha en mi escepticismo sobre las personas exitosas que se vuelven espirituales. Mi amigo me habló del blog de Mario Conde y me comentó que allí había contado de su experiencia en el monasterio. Pero aún no me metí a curiosear por ahí... Después un paciente me contó algo de una entrevista, mi madre y mi hermana también... Me preguntaba por qué una y otra vez, el destino se empeñaba en que yo prestara atención a este señor, que yo relacionaba simplemente con el mundo de las finanzas y poco más...
Por fin busqué el blog ¡y no funcionaba!! No se podía acceder al mismo. ¿Sería esta una venganza ante mi indiferencia? Tendría que empeñarme un poco más en acceder a conocer más de esta persona. Parecía que sí. Busqué en You Tube a ver si había alguna entrevista o conferencia y encontré una ponencia que dio en un acto de la fundación Anantha sobre la paz. Dicha ponencia me sorprendió en grado sumo y dejé los prejuicios a un lado. Quién hablaba era un ser humano que mostraba paz, espiritualidad, sensibilidad y encima mencionaba a ¡Viktor Frankl!. Por primera vez en mi vida, había visto realmente a este hombre ¡por fin!
Volví a asomarme a aquella dirección de su blog, un día después, ya con un interés real. ¡Y sí funcionaba! Fui curioseando entre sus páginas y me sorprendí por los temas interesantes que allí se vertían. Muchos de ellos, son los que me mueven en los últimos años. Acabé registrándome en el blog para poder participar con comentarios y allí me vi escribiendo sobre el sufrimiento, sobre la mística, etc.
Estoy segura, de que a más de uno que lea estas líneas, le surgirán los mismos prejuicios que yo tuve en un principio, y que incluso estas líneas podrían hacer que la imagen de mí pierda algún punto. Pero no me importa, las cosas son lo que son y veo en este espacio, la oportunidad de una necesaria rectificación.
Os dejo la dirección del blog de Mario Conde, que me parece muy recomendable: www.marioconde.com
Y ya sabéis: rectificar es de sabios (o de aspirantes a ello...).