Hoy vengo con una de esas recetas con las que puedes triunfar en casa invitando a amigos y dejándolos locos con todos lo que has aprendido leyendo MMYSC.
Unos spaghetti gustan a todo el mundo, pero aún más si los acompañas de una buena salsa cremosa como la bechamel y le das el toque con un ingrediente diferente, la coliflor. Como siempre en la pasta, lo más importante es el punto de cocción.
Si aún no le has cogido el tranquillo, léete este post: trucos para cocinar la pasta perfecta.
Me gusta hacer pastas diferentes, pero sobre todo, sanas! Que las pueda comer entre semana y cuidar aunque sea un poco la dieta. En este caso, he empleado leche desnatada y la grasa empleada es aceite de oliva virgen. Por lo tanto es un plato perfectamente apto para vegetarianos!
A la hora de cocinar, sobre todo si tenemos poco tiempo, es importante utilizar los menos utensilios posibles. Obviamente fregaremos menos y trabajaremos mucho más cómodos. Por ello, intenta pensar siempre cómo optimizar una sartén organizando las cocciones por tiempos o pensando qué cosas se pueden cocinar juntas.
En este caso he preparado esta receta sólo con el caldero de la pasta y la sartén para la salsa. Nada de bechamel por un lado, coliflor por otra etc. La cocina a veces es más sencilla de lo que parece!
Vamos allá con la receta!
- Ingredientes para esta pasta con bechamel y coliflor
- 500gr de spaghetti (para 4 personas)
- 1 coliflor
- 1 cebolla o 3 chalotas
- 2 cdas de harina de trigo
- 500ml de leche desnatada (o entera si prefieres)
- 4 cdas de queso parmesano rallado
- Aceite de oliva
- Lo primero es poner un caldero con agua y sal a hervir.
- Picamos la cebolla o las chalotas en dados pequeños. En una sartén con aceite de oliva la ponemos a sofreír.
- Cuando la cebolla esté transparente, añadimos la coliflor desmenuzada en trozos pequeños.
- Pasados unos minutos, añadimos la harina y removemos bien. Dejamos que la harina se tueste unos minutos para que la salsa no coja sabor a harina cruda. Si veis que está muy seco todo, agregáis un poco más de aceite.
- Agregamos la leche y con unas varillas removemos bien para que no nos queden grumos. Dejáis cocinar a fuego suave, removiendo de vez en cuando.
- En el agua hirviendo incorporamos la pasta y contamos los minutos que nos indica el paquete.
- Una vez cocida la pasta la echamos en la sartén de la salsa bechamel con coliflor. Integramos bien y agregamos el queso parmesano rallado junto con unas cucharadas del agua de cocción de los spaghetti. Vais agregando agua en función de lo que la salsa os pida. No debe ser muy aguada, pero si cremosa. Lo veréis sobre la marcha.
Para terminar lo emplatas en el plato que más te guste y terminas con pimienta negra molida al momento y algo más de parmesano rallado. Un plato para cualquier día y una autentica delicia!