Sé que hace ya hace muchos meses, pero desde que me cerraron el anterior blog, resulta que de vez en cuando hago un repaso por el actual.
Y cuando creo que he puesto o recuperado una entrada del anterior, miro y observo que no está.
Es el caso del disco de debut de Spandau Ballet.
Era un jovenzuelo yo por aquel año 81. El sonido New Romantic, que ya estaba instalado en las Islas Británicas, aún empezaba a llegar con cuentagotas a España.
Las emisoras de radio empezaban a hacerse eco de lo que pos allí pasaba y poco a poco iban sonando los grupos que tenían más éxito.
Spandau Ballet era uno de esos grupos.
Habituales del Blitz, club de moda en Londres, regentado por Steve Strange (Visage), era un sitio imprescindible si querías codearte con lo más moderno de la ciudad.
De hecho la forma de vestir y la estética era revisada en la entrada para acceder al interior del club.
Se buscaba que la gente fuera distinta.
Puede que el movimiento New Romantic no hubiese existido sino fuera por el Blitz y por ese tipo de exigencia.
Además dentro sonaban los grupos más modernos, o no tanto, pero sí que su momento marcaron diferencias. Kraftwerk, David Bowie, Roxy Music, Moroder, son unos cuantos ejemplos.
Atentos a todo lo que se cocía por allí, y con nuevas ideas, tanto sonoras como estéticas, Spandau se colocaron sin ningún problema en lo alto de las listas con su ya clásico y demoledor To Cut A Long History Short. Un clásico de los 80 total.
Primerizas baterías sintéticas atronadoras, bajos Funk punzante y un sintetizador que sonaba durante todo el tema en primera línea. A todo esto debemos de sumar la tremenda voz de su cantante.
Cuando salío el Lp, que tampoco tuvo problema para entrar en lo alto de los más vendidos en Inglaterra, editaron su segundo single The Freeze, otro tema pegadizo, y como en el anterior single, un ambiente épico rondando todo el rato. Algo que también acontece a lo largo de todo el álbum.
Un disco que, visto ahora con los años, puede que no aguante tan bien el paso del tiempo como otros contemporáneos, o a lo mejor tampoco suena tan moderno como otros Lps New Romantic (Visage, Duran Duran, Ultravox, Landscape). También se que muchos tendrán a True como su mejor disco.
Y la verdad, es que todo esto me importa bastante poco, porque más alla de la técnica, más allá del sonido, e incluso, más allá de los temas, este disco para mí es un clásico de mis comienzos musicales.
Una apertura a los nuevos sonidos. Esos sonidos que me eran nuevos, que me transmitían sensaciones difíciles de explicar. Que me hacían sentir alguien distinto, que estaba delante de algo nuevo, novedoso e interesante.
Además de los temas comentados, Reformation, Confused, Toys o Muscle Bound me hacían soñar, bailar, ser héroe y distinto durante media hora.
Unos Spandau, junto con otros New Romantic, que me abrieron las puertas para seguir investigando otros sonidos. Sonidos distintos a los convencionales y que muchos creían que no valían para nada.
En fin, no sigo porque me empiezan a surgir recuerdos y comienza a apoderarse un poco la nostalgia.
Como siempre amigos míos, y muchos lo sabeis, y sé que me suelo repetir en exceso algunas veces, pero hace treinta años, aparte de depender del dinero que teníamos, que era poco, también dependíamos de los medios de comunicación (Radio, Tv, revistas especializadas, no tanto) para conocer y hacernos una idea a la hora de elegir lo que íbamos a comprar.
¡Y que coño! Spandau sonaban modernos y eran modernos. Y además sonaban bien y tenían buenos temas.
Y por si fueran poco eran New Romantic y se oían sintetizadores y baterías electrónica en sus discos.
¿Qué más podía pedir yo, que era un apasionado de todo eso?