Después del tremendo éxito de la serie Spartacus: Blood and Sand, la cadena Starz no dudó en ponerse manos a la obra con una segunda temporada que continuara narrando los acontecimientos desatados por Spartacus y los suyos en la primera temporada. Pero, como todos sabeís, al protagonista principal Andy Whitfield le fue detectado un linfoma no-Hodgkin que le apartó del rodaje, primero momentáneamente y luego de forma definitiva hasta que apenas dieciocho meses después de serle detectada la enfermedad falleció dejando un vacío en la serie difícil de llenar, responsabilidad que va a recaer en Liam McIntyre. La cuestión es que mientras Whitfield luchaba contra el cáncer con la esperanza de recuperarse, la cadena Starz intentó ganar tiempo hasta la completa recuperación del actor creando una especie de precuela de seis episodios.que mostrara hechos acontencidos antes de lo visto en la primera temporada.
Así, Spartacus: Gods of the Arena nos cuenta los primeros pasos de Batiatus al frente del ludus, haciéndose cargo de manera momentánea mientras su padre se recupera de una enfermedad crónica lejos de Capua. Ya conocemos a Batiatus: sabemos que es un hombre ambicioso y que no se conformará con dirigir el ludus de su padre mientras éste se encuentra ausente. Busca la gloria y ansia como nadie el protagonismo, y junto a Lucretia no dudará en hacer cuanto esté en su mano para conseguir sus propósitos y situar el ludus que ahora regenta hasta la elevada posición de la que fuimos testigos en Blood and Sand. John Hannah vuelve a interpretar con maestría a Quintus Lentulus Batiatus, bordando en esta ocasión la enorme evolución que sufre su personaje desde cierto posicionamiento pusilánime inicial hasta convertirse en el enorme hijo de puta que vimos en la primera temporada. De Lucy Lawless poco que contar: sigue igual de maravillosa en su papel de Lucretia, la mala malísima que maneja los hilos a su antojo.
En esta ocasión es el galdiador celta Gannicus, interpretado por Dustin Clare, el gran protagonista tanto dentro como fuera de la arena. Con privilegios que el resto de gladiadores apenas alcanzan a imaginar, Gannicus también evoluciona y pasa de ser un gladiador despreocupado y descarado a una persona con escaso apego a la vida y una dramática situación a sus espaldas. Manu Bennett vuelve a dar vida a Crixus el galo, que en esta ocasión es un recién llegado que poco a poco irá escalando posiciones en el ludus hasta convertirse en el Campeón de Capua, tal y como pudimos ver en la primera temporada.
Además, nos encontraremos con caras nuevas y también con rostros conocidos, como el de Oenomaus -Peter Mensah- y su ascenso desde gladiador hasta sustituir al anterior Doctore, además de su dramática historia de amor con la esclava Melitta -Marisa Ramirez-; seremos testigos de cómo Solonius -Craig Walsh-Wrightson- deja de ser amigo de Batiatus y sus motivos; y veremos cómo se lesiona Ashur -Nick Tarabay- hasta el punto de ser apartado de la arena para convertirse en un simple esbirro al servicio de las intrigas palaciegas...
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Batiatus, Lucretia, Tullius, Solonius, Gannicus, Ashur, Crixus, Doctore, Barca, Oenomaus, Gaia y Melitta
Totalmente recomendable tanto si has visto la temporada inicial -la ya mencionada Spartacus: Blood & Sand- como si te acercas por vez primera a este universo de luchas a muerte en la arena, intrigas palaciegas, traiciones, intensas y complejas relaciones entre personajes y, como ocurría en la temporada anterior, ingentes cantidades de sangre, vísceras y sexo. Con un ritmo que va totalmente in crescendo desde el arranque hasta el sangriento y brillante desenlace -impresionante tanto a nivel visual y emocional- que me dejó un sensacional sabor de boca y unas ganas tremendas de que la tercera temporada, titulada Spartacus: Vengeance, se estrene a finales de enero del próximo 2012. Sin duda alguna, esta precuela de seis episodios ha resultado ser un entretenimiento difícil de superar aunque, eso siempre, con Andy Whitfield en el recuerdo. Os dejo con el trailer de la próxima temporada para ir abriendo boca...