Ya está aquí el nuevo anuncio de Loterías de Navidad. Desde que tomara el relevo de turrones El Almendro, que antaño marcaba el inicio de la época navideña, la campaña de Lotería Nacional nos da cada año el pistoletazo de salida para esta publicidad que quiere tocar nuestro corazón: pronto empezaremos a ver anuncios emotivos y cargados de valores que nos animan a sacar lo mejor que hay en nosotros.
Tras la historia de Manuel y el gordo caído en el bar de siempre (2014), la de Justino, vigilante nocturno en una fábrica de maniquíes (2015), la de Carmena y el pueblo que se confabula para hacerla soñar (2016) y la de Daniel y su romance con una extraterrestre (2017), la de este año se nos presenta como un homenaje a Dickens y a “El día de la marmota”.
El protagonista, un cerrajero solitario y egoísta que está siempre de mal humor (una clara evocación del avaro Scroge, de Cuento de Navidad), amanece cada mañana en el bucle del 22 de diciembre, el día del sorteo. La víspera ha comprado un décimo por la insistencia de una tendera, pero no tiene esperanzas de ganar, y mucho menos de compartir su premio. Así que, cuando le toca el gordo el día 22, decide disfrutarlo él solo y olvidarse de los demás. Al día siguiente despierta… ¡de nuevo el día 22! Y al comprobar que sucede todo lo que ha vivido el día anterior, corre a comprar los décimos que haya en el mercado para aumentar sus ganancias. Así un día y otro, hasta que se harta de que le toque el premio, porque vuelva cada día a despertar en su soledad. Pero un día, poco antes del sorteo, vuelve a ver a una vecina que no tiene un duro, y cuyo padre está gravemente enfermo. De repente, su corazón se enternece, y se decide a compartir con ella el décimo que sabe que será premiado.
Instantes después sale el Gordo en la televisión y a la joven casi le da un patatús. "¡Le ha tocado!", exclama incrédula. "Nos ha tocado a los dos", le corrige Juan, que después de 14 años atrapado en el 22 de diciembre logra –por fin- salir de su bucle y de su egoísmo, y puede volver a disfrutar de la vida gracias a la alegría de compartir.
Este nuevo spot ha sido ideado por Javier Ruiz Caldera, director de películas como Superlópez o 3 bodas de más, y su guión –deliciosa mezcla comedia y sentimiento– nos permite descubrir una vez más que “El mayor premio es compartirlo”. Un gran lema que debería inspirarnos a todos.