The secret agent es la nueva instalación fílmica de Stan Douglas (Vancouver, 1960). En ella examina el terrorismo y la identidad política en Europa combinando política y ficción. La obra está montada en 6 canales, lo que la convierte en una pieza sofisticada y fascinante. Viene de exhibirse en la galería David Swirner de New York y el 6 de mayo llegará al Museo de Arte de Salzburgo.
The secret agent del artista canadiense es un adaptación libre de la novela del mismo nombre, escrita por Joseph Conrad en 1907. La novela, inspirada en hechos reales, se desarrolla en Londres en 1886 y narra el intento fallido por parte de un grupo anarquista de volar el observatorio de Greenwich y la respuesta del estado ante ello. “Es la primera novela que trata abiertamente del terrorismo”, explica Douglas quien la leyó después de 11-S y buscó la forma en la que podía resultar adecuada para explicar lo que ocurre hoy con el terrorismo. “Intenté observarla como una alegoría del presente, intentando ver la conexión entre el terrorismo actual y el terrorismo del siglo XIX,” explica el artista.
De este modo, decidió trasladar la acción a Portugal dentro del contexto del llamado “hoy summer” (verano caliente) en 1975, un periodo de gran inestabilidad política marcado por el terrorismo que transcurrió entre la pacífica Revolución de los Claveles de 1974 y la ratificación de una nueva constitución. Y convirtió en objetivo de los terroristas una terminal del sistema telefónico. “En estos casos, el terrorismo utiliza la misma técnica, aunque las intenciones sean distintas. La idea del terrorismo como un acto muy enfático que traslada un mensaje ambiguo me resultó interesante”, dice el autor.
La exhibición viajará a Bruselas y luego a Lisboa, donde Douglas plantó los hechos de esta nueva obra que coquetea con la ciencia ficción.
Aquí un fragmento de la obra:
Fuente: Museo de Arte de Salzburgo.
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