Hoy vamos a hacerlo al revés. Quiero decir, primero escucháis la canción, y luego os leéis el texto (ay, pero qué candidez, como si no supiera que os saltáis el palabrerío y vais directamente a lo único que en realidad importa, que son esas canciones), sólo que en vez de un texto, se va a tratar de un sencillo test… venga, que no se está entendiendo nada, y además estoy adelantando acontecimientos, vamos con la fantabulosa canción del día:
Bien, ¿no? Pues nada, lo que comentaba antes, hoy estoy con el día vago, así que vamos a liquidar la entrada con un sencillo test digno de la Superpop. Saca papel y boli, y responde a la única (ya dije que tenía el día vago) pregunta de la que consta este cuestionario.
PREGUNTA: ¿Qué es lo primero que has pensado al escuchar la canción?
RESPUESTA (marca con una “x”, o mejor deja la pantalla tranquila, pedazo de cafre, y memoriza la respuesta):
a) ¡Me gusta! ¿Quiénes son?
b) Recuerdo perfectamente aquel día que me compré el vinilo del “Green“: un día frío de noviembre del… ¿88?… 1988, ¿no? Ni siquiera el tío de la tienda sabía quienes eran. Todo eso ocurrió antes que R.E.M. se volvieran super-comerciales, claro. Para cuando todo el mundo enloquecía con “Losing My Religion“, yo andaba siguiéndoles la pista a unos chavales de Bristol que se hacían llamar Massive Attack.
c) Pues la verdad es que he pensado en un tío calvo y con barbas repartiendo periódicos encima de una bicicleta.
RESULTADOS DEL TEST (Mierda, el editor de wordpress no me permite escribir los textos bocabajo, pero hubiera sido lo suyo…)
Mayoría de respuestas “a”: Querido amigo: ¿Dónde has estado? ¿Naciste en los noventa? ¿Esa camiseta de Avicii es tuya? ¿Estabas buscando porno y por un extraño capricho algorrítimico has acabado en esta página, y aún no sabes cómo? A menos, claro está, que seas uno de esos amigos del Sr. Helvetica cuyo interés por la música es inversamente proporcional a la lealtad que le profesas, y qué mejor muestra de amistad que dejar caer unos cuantos clicks aleatorios sobre su desolado contador de visitas… Sea como fuere, enhorabuena: este blog probablemente no te interese lo más mínimo, pero si de verdad te ha gustado lo que has escuchado, por lo menos podrán decir que tienes buen gusto.
Mayoría de respuestas “b”: ¿Cómo decírtelo sin resultar grosero? A ver, voy a probar así: este blog tampoco es para tí. No me entiendas mal, es una gozada encontrarse con gente que le da el mismo valor que un menda a la música, pero es evidente que no encontrarás aquí más que un catálogo de buenas intenciones: conoces todos estos grupos, te escuecen los ojos cuando detectas errores de bulto en la verborrea ligera del Sr. Helvetica, y además tanta obviedad te acaba resultando insoportable. Pero no desesperes: hay otros blogs, otros podcasts, otros fanzines fotocopiados sobre hojas amarillentas en la antigua sala de alumnos de una facultad hoy desaparecida, y son todos sitios mucho mejores que este, lugares en los que saciar tu sed por esos grupos y canciones que solo aparecerán en las notas al pie de un manuscrito de 900 páginas (todavía inédito) de Greil Marcus.
Mayoría de respuestas “c”: Vale, no somos los que más sabemos sobre música, eso está más que demostrado. Reconocemos la inconfundible voz de Michael Stipe, sabemos que formaba parte del “Green“, y hasta nos hemos aprendido la letanía aquella de “Athens, Georgia”, pero poco más. Pero has pensado en un tío calvo y con barbas repartiendo periódicos encima de una bicicleta, joder, y eso sólo puede significar una cosa: seas como seas, vengas de donde vengas, escuches lo que escuches, eres de los míos.