Tal y como está el panorama cinematográfico últimamente, no sorprende que muchos consideren a ‘Star Trek en la Oscuridad’ como una secuela que ha tardado demasiado en hacerse. Sin ir más lejos, uno de los tráilers asociados a la primera ‘Star Trek’ era ‘Transformers 2′, y recordemos que a Michael Bay le ha dado tiempo a estrenar esa película, una secuela, anunciar que abandonaba la franquicia, regresar, escribir las diez páginas de guión de rigor y llevar gran parte del rodaje de otra entrega. Esto ha llevado a algunos a plantearse si J.J. Abrams incluso llegaría a rodarla, y las mismas preguntas se hacen ahora que ha sido elegido para dirigir una de las películas más complicadas y peligrosas de la historia, ‘Star Wars: Episodio VII’.
Pero no vamos a precipitarnos, sino que vamos a centrarnos en la película que llega esta semana a nuestras pantallas en un pequeño texto que está plagado de Spoilers, por lo que si no la habéis visto podéis llevaros alguna desagradable sorpresa.

Si la primera Star Trek fue un perfecto reinicio que utilizaba los bucles espacio-temporales para crear una realidad alternativa y así justificar el tirar por la borda más de cuarenta años de Canon, ‘Star Trek en la Oscuridad’ amplía y asienta esta nueva saga, convirtiéndose en la mejor película que jamás se ha hecho de la serie de televisión creada por Gene Roddenberry. Nos encontramos de nuevo con Kirk y Spock, que siguen sus aventuras a mandos de la Enterprise, y que se verán de pronto atacados por un hombre que vale por sí solo por un ejército, el misterioso John Harrison.
En la película anterior todo el reparto cumplía a la perfección, e incluso Zachary Quinto lograba un Spock fantástico así que la elección de Benedict Cumberbatch para encarnar al villano es un gran acierto. Benedict es un tipo extraño pero con una gran presencia, capaz de interpretar a personajes que son poco humanos, como ya ha quedado demostrado en la serie Sherlock. En teoría, John Harrison es un miembro de la flota estelar rebelde, pero a estas alturas todos sabemos la verdad por muchos que reparto y director hayan jugado al despiste en todas las entrevistas.
Y es que el problema viene porque no es lo mismo tardar mucho en hacer una película que en distribuirla. Los cuatro años que separan las dos entregas han servido para que no tengamos un guión mediocre y para que todos los personajes hayan podido ser tratados con profundidad. Pero al hacer ya casi dos meses que se estrenó en el resto del mundo, a nosotros todas las sorpresas ya nos llegan desveladas y sabemos que Benedict en realidad interpreta a una nueva versión del mayor villano de Star Trek: Khan.

Esto es lógico no solo porque ningún guionista que se precie pondría al malo un nombre tan soso como John Harrison, sino porque todas estas franquicias se basan en lo que el espectador ya conoce, y el nombre de Khan es posiblemente lo único que la mayoría de nosotros conoce sobre la saga original. Así, la película se convierte en un remake en toda regla de ‘La Ira de Khan’ adaptándola a los nuevos tiempos y demostrando que J.J. Abrams es de los pocos capaces de hacer Blockbusters de calidad en todos sus sentidos. Es un juego entre lo que conoces si has visto la peli original con las mismas ideas, frases idénticas y un desarrollo justificado en la existencia de este universo paralelo. La aparición de Leonard Nimoy sirve para orientar al espectador más perdido, pero no por ello se aburrirá en una película que mezcla a la perfección narración con emoción, humor y acción, y que demuestra unos grandes efectos especiales que sirven a la historia y no al revés. Desde ese Londres futurista al planeta Kronos, esta es la primera vez que vemos a los nuevos Klingons, y que seguro que darán muchísimo más juego en una tercera entrega, cuya línea maestra empezamos a percibir al ver que la Federación no es solamente un grupo de exploradores, sino que va poco a poco convirtiéndose en una flota militar.
Así que mientras esperamos a saber si Abrams regresará a Star Trek tras pasarse a la competencia, podemos disfrutar de una película entretenidísima, posiblemente el mejor estreno grande en lo que llevamos de año. No generará opiniones tan dispares como Man of Steel porque se trata de un trabajo mucho más redondo, y al cinéfilo le sorprenderá que ‘Star Trek en la Oscuridad’ esté llena de referencias a otras películas como ese prólogo sacado de En Busca del Arca Perdida, la escena en la que Khan ataca una sala llena de oficiales muy parecida a El Padrino 3, o el enfrentamiento entre Khan con su “creador” al más puro estilo Nexus 6. Una gran aventura especial a la que quizá sólo se sobra un poco la subtrama de la hija del almirante Marcus, pero que se compensa sabiendo que es una brillante película de entretenimiento.