Revista Tecnología
Uno de los períodos más fructíferos de los últimos años dentro del universo Star Wars, pues ha dado pie a multitud de novelas, series de televisión, muñecos, e incluso cómics. Hablo, claro está, de Las Guerras Clon, una etapa de tres años que sumió la galaxia en una corta pero intensa era de oscuridad, salvajismo, mentiras, y verdades transmitidas a medias, un cisma en el gobierno que dio pie al Imperio tal cual lo conocemos de la trilogía original de películas. Uno de estos juegos ambientados en dichas Guerras Clon es Republic Commando, un shooter en primera persona desarrollado por LucasArts para PC y Xbox en 2005. Esta reseña tiene en cuenta la versión para PC, aunque me consta que la versión para consola es prácticamente idéntica. En el juego, adoptaremos el rol de un comando de élite de la República, que forma parte integrante del Escuadrón Delta, en el que llevaremos a cabo distintas misiones encubiertas plagadas de droides, máquinas, salpicaduras de aceite y tiros de bláster a mansalva.
Nada más dar pie el inicio del juego nos hallamos en plena batalla de Geonosis, que como bien sabrán los que han visto la película El Ataque de los Clones (Episodio II), es la liza con la que comenzó todo. Allí nos situamos con nuestro comando clon, en una suerte de tutorial que servirá para familiarizarnos con los controles, la puntería, la mecánica del juego y las sencillas órdenes que daremos a los demás miembros de nuestro escuadrón. Sí, aunque Republic Commando es un juego de acción directo y sin pausa, también dirigimos a otros personajes no jugadores para que nos ayuden a abrir puertas, acabar con nuestros enemigos o cubrirnos la retaguardia. Pero tranquilos, porque no es para nada un manejo complicado cual juego de táctica se tratase, sino que estas órdenes son simples, del estilo de “cubre esa zona de ahí”, “dispara a mi objetivo” o “vuela esa puerta”. Nada más allá de eso, muy al estilo de Brothers in Arms (aunque en este la estrategia es mucho más compleja), lo que se pide para un juego de estas características, cuyo objetivo es el de pasarlo bien disparando a los cientos y cientos de droides que se nos pondrán a tiro, pero dejando de lado la sensación de que estamos solos (excepto algún nivel), algo impensable tratándose de un equipo de comandos (la supervivencia en solitario sería casi imposible).
Los gráficos del juego cumplen de sobra con lo que se espera de un producto de estas características, adecuados, con unos buenos fondos, explosiones, efectos de las armas, etc. (aún recuerdo los desaprovechados gráficos de X-Wing: Alliance). Lo mismo podemos decir para el sonido, qué menos tratándose de una space opera tan alabada por los efectos sonoros como es Star Wars. En ambos aspectos cumple de sobras, dándonos una total inmersión en esta pequeña porción de “una galaxia muy lejana”. Lástima para el doblaje, pues hubiera sido mucho mejor que los divertidos diálogos hubieran estado traducidos para la versión española del juego, que de otro modo quedan en inglés pero con subtítulos en castellano, algo es algo. Decir que las voces originales están sacadas directamente del actor que interpretó a Jango Fett en las películas, el neozelandés Temuera Morrison, personaje que tomaron como referente a la hora de fabricar los clones. Esos diálogos que comento sirven para que nos sumerjamos de mejor manera en la ficción creada específicamente para nosotros, donde no faltan momentos de verdadera tensión (como el intenso inicio), momentos de terror a lo Alien, y jocosidades varias fruto de la experiencia de los clones y que casan muy bien con Star Wars. Otro tanto para la banda sonora, perfecta, épica, ambiental, que está compuesta por el editor musical y compositor de LucasArts, Jesse Harlin, y es el complemento perfecto para el juego, en especial por el tema Vode An. Sus temas están compuestos específicamente para este juego, nunca antes escuchados, algunos versionados de la banda sonora original de John Williams, así como temas directamente sacados de allí (como The Droid Invasion). Pero lo más llamativo, sin duda, son los potentes coros masculinos que usan el lenguaje de los Mandalorianos (hermandad de guerreros mercenarios a la que pertenecía Jango Fett), inventado para la banda sonora por el propio Jesse Harlin (y que luego Karen Traviss ampliaría para sus novelas).
Los controles del comando también son otro punto a destacar. En todo momento tenemos una idea clara de lo que hemos de hacer, y salvo alguna que otra situación de pérdida que pueda darse (contadas con dos dedos), los niveles y los enfrentamientos fluyen con total naturalidad: avanzar y que no te maten. A título personal… ¡qué difícil me resulta a veces disparar a los flacuchos! Los controles para impartir órdenes al resto de comandos de nuestro equipo son directos, apenas dos teclas, lo que ayuda a que un juego de acción como este no se vea entorpecido por posibilidades tácticas ni nada por el estilo, que además viene acompañado por imágenes holográficas que nos muestran a los clones en una futura posición que podríamos usar para nuestro provecho. Y aquí es donde entro a comentar el HUD, acondicionado como el de un verdadero clon, donde se nos muestra la salud de los clones, la munición, nuestra propia vida, etc. Existen dos modos de juego, uno sin HUD, y otro con él. Personalmente, prefiero lo primero, le dota de un mayor realismo debido a su ambientación.
La pega del juego es que podría haber salido una experiencia mucho más duradera. Son tres niveles los que vienen incluidos en el juego, que a su vez se dividen en otras tantas subfases, lo que para mi gusto, aunque no es excesivamente corto, hay otros juegos del mismo género mucho más largos y con una mayor vida. La linealidad, junto a esa corta duración, es el mayor lastre de Republic Commando, pues aunque sus recursos son muy cinematográficos, la rejugabilidad se limita a los modos de dificultad, a volver a sentirse en la piel de un comando de élite en un entorno bélico de ciencia-ficción, y al modo multijugador (que no he probado, pero del que no se dice gran cosa). Aparte del valor que supone para cualquier fan de la saga, pues visitaremos zonas tan emblemáticas como Kashyyyk, el planeta natal de los wookies (con la consecuente aparición en escena de los mismos), y por la excelente conexión con el Universo Expandido (clic para saber qué es esto). Aparte de ello, es un shooter de acción en primera persona notable, que independientemente de que esté ambientado en Star Wars, puede ser jugado por cualquier tipo de jugador que esté habituado a juegos del estilo. Los novatos lo encontrarán bastante difícil por la dificultad añadida que supone derribar a ciertos droides (incluso para los jugones), aunque ya se sabe que con la práctica nada escapa a nuestras manos.
Si queréis ampliar la información sobre los comandos de élite de la República, os aconsejo que echéis mano de las novelas homónimas de Karen Traviss, las de la serie Republic Commando, así como las de Imperial Commando, lo que ayudará a ampliar el trasfondo de la ambientación. Desgraciadamente, al igual que las inspiradas en los juegos de X-Wing, estas novelas únicamente se encuentran disponibles en inglés, y no parece que a corto plazo vayan a publicarse en España.
Aquí os dejo un tráiler del juego:
¡Que la Fuerza os acompañe!