Revista Arquitectura
Recientemente inaugado, el Museo de Holl es un digno ejemplo de la elasticidad e indefinición en los tiempos actuales de las articulaciones morfológicas heredadas de la modernidad. Un contrapunto entre un basamento fragmentado, y una estructura grácil e ingrávida desarrollada a partir de un eje circulatorio. Así como edificios de gran escala incorporan dentro de si el caos de la ciudad, aquí en una escala poco menos que mediana el programa se deshilvana en el paisaje, con quien orquestra una escenografía de carácter que da identidad al área suburbana. Texturas y sutilezas, y la mano del arquitecto que eleva la geometría del intelecto por sobre la calma del paisaje.
Seleccionado por el arq. Martín Lisnovsky
Fotografías tomadas de la página del estudio y de archdaily.
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 20 marzo a las 22:46
Pues el Museo proyectado por Seteven Holl, en China, me parece, a tenor de las imágenes, de poca utilidad como recinto para albergar piezas. Al fin y al cabo son objetos de diversas clases, materiales y tamaños, los que han de poder guardarse y ser exhibidos. Tengo la sensación de un gran desaprovechamiento del espacio que, mayormente, queda libre y fuera de las paredes del edifico. ¿No resultará demasiado pequeño y estrechas sus galerías y pasillos?