Hola Graminoleños.
Allá por el mes de diciembre, “La Graminola” iniciaba su andadura. Nos acercamos a las 100 publicaciones y al año de vida. Atrás queda ese primer artículo dedicado al que pasa por ser mi grupo favorito, Fleetwood Mac. (Ver “La Graminola” de 21 de diciembre de 2015).
Pero Fleetwood Mac es mucho más que un grupo, ya que sus tres vocalistas más conocidos tienen calidad, carisma, recorrido y talento suficiente como para tener una entrada propia y en exclusiva. Y que mejor que empezar con la más grande de los tres, una auténtica diva, un auténtico lujo: Stevie Nicks.
Su figura siempre ha estado rodeada de cierta polémica. De hecho, cuando ingresó en Fleetwood Mac, por imposición de Lindsey Buckhimgham con el que mantenía por aquel entonces un tormentoso romance, algunos vieron en ella una especie de Yoko Ono que acabaría con el grupo. Sin embargo no solamente les daría los mejores años de su carrera sino que emprendería al unísono una carrera en solitario con grandísimos resultados. De su andadura en Fleetwood Mac quedó todo dicho en la primera “Graminola”, hoy vamos a ocuparnos de su carrera como solista que comenzaría en el año 1981 con la publicación de “Bella Donna”.
No es demasiado habitual que un artista que forma parte de un grupo puntero y que está obteniendo un gran éxito inicie su carrera en solitario sin abandonarlo. Más raro aún es que esa aventura tenga éxito y continuidad. Pues bien, en el caso de Stevie Nicks se daría una afortunada excepción y sin dejar de formar parte de Fleetwood Mac, que se encontraban en el mejor momento de su carrera, iniciaría con este disco su andadura como solista con un éxito muy similar al del grupo.
Para iniciar esta aventura en solitario, Nicks contaría con la inestimable ayuda de algunos grandes músicos que pondrían su granito de arena para darle el impulso necesario. En esta situación, quien no podía faltar bajo ningún concepto era su buen amigo Tom Petty, una persona que ha sido fundamental tanto en su carrera como en su vida personal, un apoyo continuo que siempre ha sabido estar a su lado en los malos momentos.
No es fácil adivinar pues, que el tema más destacado de su álbum de debut fuera un tema interpretado a dúo con su gran amigo, titulado “Stop Draggin’ My Heart”.
No sería ésta la única colaboración de lujo con la que contaría en este primer disco. Don Henley, histórico miembro de los míticos Eagles también prestaría su voz y su talento, acompañando a Stevie en la interpretación del tema “Leather and Lace”.
En este primer disco, los guiños al country fueron constantes y son varios los temas en los que ese estilo se deja cuanto menos entrever. Lo hemos podido comprobar con este dueto interpretado junto a Don Henley y quedaría más de manifiesto aún en una preciosa balada interpretada esta vez sí únicamente por Stevie.
Era curioso observar el contraste de su voz según lo requiriera la canción. Podíamos encontrarnos con una voz potente y grave a la vez, normalmente en sus temas más movidos, así como una voz dulce y seductora cuando interpretaba alguna de sus baladas. Todo esto, tanto la dulzura de su voz como el deje country, podemos contemplarlo en su máxima extensión en este “After The Glitter Fades”.
Curiosamente, Stevie descartaría un tema compuesto por ella que pocos meses después formaría parte del siguiente disco de Fleetwood Mac, concretamente “Mirage”. El caso es que ese tema se convertiría en un éxito tremendo y una de las canciones más emblemáticas del grupo. Esa canción no era otra que Gypsy.
A cambio nos dejaría una auténtica joya. Descartada “Gypsy”, Stevie Nicks incluiría en el disco en su lugar una canción en la que da rienda suelta a todo su talento, a su peculiar voz y a unos coros que la acompañan espectaculares. Sin duda alguna, “Edge Of Seventeen” es una de las mejores canciones de su carrera en solitario.
Tras el gran éxito de este primer disco, con el que llegaría al número uno en Estados Unidos, no tardaría llegar su siguiente disco, eso sí, sin abandonar su actividad paralela con Fleetwood Mac. Sería en el año 1983 y llevaría el título de “The Wild Heart”.
En su segundo trabajo, Stevie Nicks realizaría una labor continuista, con una música muy similar al de su álbum de debut y volvería a cosechar un gran éxito tanto de crítica como de ventas, aunque no llegaría a lo más alto de las listas de éxitos norteamericanas. Pese a ello, la calidad del disco era indiscutible.
Como no podía ser de otra manera, la colaboración con Tom Petty continuaría y, nuevamente, una de las canciones del disco sería interpretada a dúo por ambos. Su título: “I Will Run To You”.
Por lo que se había visto hasta ahora, la carrera en solitario de Stevie Nicks bebía en distintas fuentes y tocaba los palillos de distintos estilos. Sin dejar de lado la música que habitualmente realizaba con Fleetwood Mac, la cual iba a sufrir también algunos cambios, se adentraba en otros terrenos con muy buenos resultados.
De hecho, el tema más destacado de este disco se aleja totalmente de los parámetros habituales, con un sonido más actualizado, con presencia de sintetizadores y un gran ritmo. Se trata de uno de sus mayores éxitos como sencillo, “Stand Back”.
A estas alturas de la película lo que estaba claro es que Stevie ya se había ganado el favor del público y de la crítica. Había muchas dudas sobre como podría desarrollarse su carrera en solitario al margen de Fleetwood Mac, pero habían quedado disipadas con apenas dos trabajos. Siempre tuvo que luchar contra corriente. Cuando ingresó en el grupo lo hizo bajo la sospecha del enchufismo de su pareja Lindsey Buckingham y tanto entonces como ahora callaría muchísimas bocas.
Además, iniciar una carrera en solitario compaginándola con su trayectoria en Fleetwood Mac era algo bastante complicado, ya que las comparaciones siempre iban a estar ahí. Quizás por este motivo, algunas de las canciones de sus discos rezumaban por todos lados sabor al grupo, como por ejemplo este “Nightbird” que, salvando las distancias, tiene un cierto aire a esa gran canción que es “Sara”.
Para cerrar el apartado relativo a este segundo disco en solitario de Stevie Nicks, os voy a dejar con la canción que a mí personalmente más me gusta. Es un mediotiempo, donde ella se sabe manejar como nadie, titulado “If Anyone Falls” que a mí me encanta.
Stevie Nicks seguiría alternando sus discos en Fleetwood Mac con sus trabajos en solitario, pero como era de esperar, tarde o temprano esa situación podría empezar a pasar factura. Con la publicación de su siguiente disco en el año 1985 llegarían los primeros problemas.
El disco llevaría el título de “Rock A Little” y se convertiría en el trabajo más distinto a su labor en Fleetwood Mac hasta el momento, dando la impresión de que estaba intentando alejarse definitivamente e iniciar una nueva y solitaria etapa.
El disco también tendría bastante éxito pese a que sus ventas descenderían algo con respecto a sus dos primeros trabajos. Pese a ello contiene algunas de las mejores canciones de su carrera y, por primera vez, publicaría una balada de esas lacrimógenas como sencillo.
El tema más destacado del disco sería “I Can Wait”, con el que volvería a ocupar los primeros puestos de las listas de éxito. Una canción trepidante con una guitarra potente y un ritmo para no parar de moverse.
Otra de las canciones destacadas de este disco es a mi modo de ver una de las mejores creaciones de toda su carrera en solitario. Me parece una canción en la que todo su talento tanto compositor como interpretativo se muestran en su máximo esplendor.
Estoy hablando de “Talk To Me”, en la que esa voz suya tan personal en la mayoría de las ocasiones nos ofrece una canción para enmarcar.
Como os he comentado un poco más arriba, en esta ocasión uno de los sencillos publicados de este disco sería un baladón de los buenos. Una preciosa canción, con una preciosa letra, titulada “Has Anyone Ever Written Anytime For You? que según dicen las malas lenguas, estaría basada en su tormentosa relación sentimental con Lindsey Buckingham. Una relación con continuos altibajos y continuas entradas y salidas en el oscuro mundo de las adicciones.
Stevie Nicks siempre vivió al filo. Su adicción a la cocaína estuvo muy cerca de costarle la vida en numerosas ocasiones. Ella siempre comentó que había perdido diez años de su vida por este motivo, envejeciendo prematuramente. Afortunadamente, su ingreso en una clínica de desintoxicación le llevaría a salir del pozo y dar paso a una nueva persona pero con el mismo talento de siempre.
De esta manera, en el año 1989 publicaría el que puede considerarse su primer disco una vez superados sus problemas con las drogas. Se trata de “The Other Side Of The Mirror”, un trabajo inspirado en un cuento que le entusiasmaba: “Alicia en el País de las Maravillas”.
Stevie siempre se había visto atraída por el mundo de la fantasía, el mundo gótico, el mundo oculto. Eso le ocasionaría una fama de bruja que llevaría a muchos a burlarse y criticarla. Una vez más la vida se mostraba en su lado más crudo para ella, pero lejos de rendirse siempre era capaz de salir luchando y callar bocas.
Con este disco volvería a ocupar puestos destacados en las listas de éxitos y he de deciros que a mí es el que más me gusta. Tiene canciones espectaculares y el disco en su conjunto es un grandísimo trabajo. Para abrir boca escuchemos este genial “Rooms On Fire”, otro de sus clásicos.
Como podemos ver en este videoclip, nos encontramos con una Stevie Nicks, renovada, más bella que nunca, resplandeciente una vez dejada atrás la etapa más desagradable de su vida. Esta nueva persona se ve plasmada en cada una de las canciones del disco, todas en plan positivo, todas viendo el futuro con esperanza.
El disco está repleto de grandes canciones y de nuevo vuelve a contar con colaboraciones de lujo. En esta ocasión sería Bruce Hornsby que cedería su talento uniéndolo al de Stevie en el tema titulado “Two Kinds Of Love”.
En este disco podemos disfrutar de música de diferentes estilos. Stevie era capaz de pasar de una balada a dúo con Hornsby a un tema demoledor potente y en el que muestra todos sus registros vocales gracias a esa especial y única voz.
Me estoy refiriendo a “Whole Lotta Trouble”, un tema distinto, un tema especial, un tema espectacular.
Ya sabéis que me gusta de vez en cuando rescatar de algún disco una canción que no se ha publicado como sencillo, que no la váis a encontrar en ningún recopilatorio pero que a mí me parece un gran tema. Pues en “The Other Side of The Mirror” hay una de esas canciones.
Se trata de “Fire Burning”, una canción que a mí me parece que tenía potencial suficiente como para haber sido publicado como single y habría logrado bastante éxito. Escuchadlo y me contáis.
Sería entonces el momento de realizar un pequeño receso y recapitular, o lo que es lo mismo, llegaría el momento de publicar un recopilatorio con todos los éxitos destacados publicados hasta ese momento por esta grandísima artista. De esta manera, en el año 1991 aparecería en el mercado “Timespace. The Best Of Stevie Nicks.”
El disco contendría todos los éxitos de sus 4 discos en solitario y, además, tres temas inéditos. A saber: “Love’s a Hand Game To Play”, “Desert Angel” y “Sometime it’s a Bitch”. Lo cierto es que ninguna de ellas es nada del otro mundo, aunque la última de ellas puede considerarse como la mejor de las tres. Eso sí, con polémica incluida por el titulito de marras.
Lo más curioso del caso es que las ventas de este disco estarían bastante por debajo de lo esperado y de las cosechadas por cualquiera de sus discos anteriores, algo bastante poco habitual ya que los recopilatorios de la mayoría de los artistas suelen convertirse en sus discos más vendidos. Como ya digo, curioso.
Tendrían que transcurrir 5 años desde la publicación de su siguiente disco con material nuevo para que pudiésemos volver a paladear su buena música. Serían en el año 1994 cuando aparecería en el mercado “Street Angel”, un disco que Stevie Nicks siempre ha considerado muy especial ya que llegó en un momento de su vida un tanto amargo.
Se trata de un disco más íntimo, más introvertido, que venía marcado por el mal sabor profesional que estaba atravesando tras abandonar después de tantos años Fleetwood Mac. A partir de este instante se volcaría en su carrera en solitario y lo cierto es que “Street Angel” reflejo ese mal sabor de boca pero siempre con grandísimas canciones.
El tema más destacado de este disco llevaría el título de “Maybe Love Will Change Your Mind” y se trata de una preciosidad de canción, interpretada con un gran sentimiento y con una maravillosa melodía.
Por si fuera poco, en esa época Stevie viviría momentos bastante duros cuando a su hijo de tan sólo siete años se le diagnosticó una grave enfermedad, debiendo medicarse toda su vida, padeciendo numerosos efectos secundarios. Un momento complicado más de los muchos que ha tenido que soportar durante su vida.
Por este motivo, musicalmente hablando, el disco tiene continuos cambios de estilo, pasando de la melodia tan serena y maravillosa del tema que acabamos de escuchar, al rock puro y duro de “Blue Denim”, otro de los temas destacados de este trabajo.
Además, el disco contendría una variante que hasta ese instante no se había producido en ninguno de sus trabajos anteriores, al incluir en el mismo una versión de un clásico de otro artista. Para ser la primera vez no lo hizo nada mal.
Y es que Stevie no escogería a cualqueira para versionar una de sus canciones, no. Se fijaría en el mismísimo Premio Nóbel de Literatura de este año 2016, Bob Dylan, para interpretar a su manera esta “Just A Little Woman”.
Volcada en sus problemas familiares, Stevie desaparecería por algún tiempo de la circulación y del panorama musica, aunque en el año 1998 se publicaría un box-set con todos sus discos que llevaría el título de “The Enchanted Wroks Of Stevie Nicks”.
Poco después, se embarcaría en una gira con sus viejos amigos de Fleetwood Mac que decidieron dejar sus rencillas a un lado y volver a tocar juntos sus temas de siempre. Esta circunstancia arrastraria a Stevie a volver a meterse en el estudio de grabación y, de esta manera, en el año 2001 aparecería su primer disco en siete años, titulado “Trouble In Shangri-La”.
Este disco, a diferencia del anterior, quiere mostrarse optimista y vital. En su portada, aparece Stevie caminando de espaldas como dejando atrás todos sus problemas y acercándose de nuevo a los buenos tiempos.
Evidentemente, la reunión con sus compañeros de Fleetwood Mac le sentó de maravilla y por ese motivo decidiría que una de las canciones del disco fuera una especie de homenaje a sus viejos amigos, celebrando la reciente gira. Se trata de “Fall From Grace”, un tema que viene acompañado de un vídeo en el que puede verse a todo el grupo actuando como en los viejos tiempos.
Para este disco, Stevie recurriría de nuevo a su gran amigo Tom Petty pidiéndole que le ayudara a componer sus nuevas canciones. El bueno de Tom finalmente realizaría una tarea de apoyo moral, ya que estaba convencido de que el talento de su amiga era suficiente como para poder crear un buen disco.
Y así sería. Este trabajo volvería a ocupar los primeros puestos de las listas, sobre todo en Estados Unidos, devolviendo a Stevie Nicks a la actualidad musical. Podía decirse que había llegado la Stevie Nicks del siglo XXI y venía pisando fuerte, no hay más que escuchar otra preciosa canción como es esta “Every Day”, con un videoclip en el que en un principio aparece nuestra progagonista de hoy en pleno momento álgido de un concierto para dar paso a una tierna balada con su habitual peculiar voz.
Como hemos visto a lo largo del recorrido que estamos realizando de la carrera de Stevie Nicks, ha sido bastante habitual el requerir a otros grandes artistas para que colaboraran con ella en algunos de sus temas. En esta ocasión repetiría la experiencia.
En esta oportunidad lo haría con una mujer, con otra gran artista que cedería su guitarra y su voz para interpretar juntas “Sorcerer”. Estoy hablando de la inimitable Sheryl Crow.
A partir de ese momento, Stevie apartaría durante un largo tiempo su carrera como solista. De manera intermitente realizaba algunas giras con Fleetwood Mac, pero daba la impresión de que estaba ya de retirada.
Sin embargo, en el año 2011 llegaría la sopresa. Habían pasado diez largos años desde la publicación de su último disco cuando aparecería en el mercado un nuevo disco de manera inesperada. Su título “In Your Dreams”.
El responsable de su regreso a la actividad musical no sería otro que Dave Stewart, la parte masculina de Eurythmics, que la convencería para volver a entrar en el estudio de grabación y producirla este disco. Evidentemente su mano se nota desde el primero hasta el último de sus temas.
No sería esa la única colaboración estelar con la que contaría en esta ocasión, ya que su buen amigo Mick Fleetwood también pondría su granito de arena tocando la batería en varios temas, como por ejemple en el primer sencillo en publicarse: “Secret Love”. Por cierto, aviso a navegantes, los años no pasan en balde.
El disco tuvo bastante éxito en los Estados Unidos, donde consiguió unas ventas considerables y en opinión de los críticos especializados se trata del mejor disco de la carrera de Stevie Nicks. A mí me parece un poco exagerado este pensamiento, pero ya sabemos, para gustos, colores … y canciones.
Además, en este disco, retomaría en alguna de sus canciones aquel sonido de hace tanto tiempo que en una maravillosa época a finales de los 70 vivió con Fleetwood Mac. Ese sonido con tines country con unas guitarras muy especiales, como sucede, por ejemplo, en este “For What It’s Worth”.
No sería este el último disco que publicaría ni sería ésta la última ocasión en la que le haría un guiño al sonido country, ya que en el año 2014 llegaría su hasta ahora último disco, un disco que se sale de lo habitual y que llevaría el título de “24 Karat of Gold: Songs From The Vault”.
Este disco no es más que un capricho que Stevie se daría para publicar algunas antiguas canciones que se quedaron por el camino y unos cuantos nuevos temas con un sonido country por los cuatro costados.
Este disco es formado por demos, rarezas y versiones de algunos temas, entre las que destaca la del clásico de Fleetwood Mac “Rihannon”, junto con unos cuantos temas nuevos con aire de country-pop como el dueto que se marcan con el grupo Lady Antebellum titulado “Blue Water”.
Lo cierto es que si ha habido una artista que ha tenido que superar muchísimas pruebas a lo largo de su carrera esa es Stevie Nicks. Esa inconfundible y única voz, su buena música, sus grandes composiciones y su personalidad la convierten en una auténtica diva, aunque realmente nunca ha ejercido de ello ya que desde hace muchos años está inmersa en labores humanitarias con una asociación a la que ella denomina “Banda de Soldados” que se dedica a la ayuda de los más desfavorecidos. Grande tanto dentro como fuera de la música.
Y esto ha sido todo por hoy. Muy pronto, más.
Hasta la próxima, Graminoleños
JUAN JOSÉ GOMARIZ