Revista Sociedad

Stonehenge. Una visita muy especial.

Por Jmbigas @jmbigas

(Nota Preliminar: Este artículo y la colección de fotografías asociada, los publico con la autorización expresa del English Heritage, al tratarse de una iniciativa no comercial.)

En la primavera de 2008 empecé a analizar la posibilidad de realizar un viaje de una semana, más o menos, para visitar Gales, esa tierra bastante desconocida del Oeste de Gran Bretaña. Tanteé las posibilidades de vuelos a Bristol o Cardiff, pero la oferta era escasa, y no me resultó conveniente.

Stonehenge. Una visita muy especial.

(Stonehenge. JMBigas, Julio 2008).


Al final conseguí, a muy buen precio, un vuelo de Ryanair (la más cutre de las compañías low cost, eso hay que decirlo) de Madrid a Liverpool, que está próxima al Norte de Gales. Alquilé un coche para poderme mover con libertad por toda la ruta.

De siempre había tenido muchas ganas de visitar Stonehenge algún día. No me venía de paso, pero tampoco era un gran desvío de la ruta, por lo que empecé a bucear en Internet para ver cómo eran las visitas, los horarios, los precios. En la web del English Heritage pude ver las diversas opciones, y vi que se ofrecía la posibilidad, para pequeños grupos (de no más de 26 personas, creo recordar), de realizar una visita especial, fuera de los horarios habituales de apertura, mediante la autorización de Stone Circle Access.

Dependiendo de la época del año, había una o varias visitas de madrugada, antes de la apertura, y otras al atardecer, después de la hora de cierre.

Mi viaje iba a ser en la segunda quincena de Julio. En la web hay un formulario para solicitar esta autorización especial (lógicamente, algo más cara que la visita convencional). Se trata de un formulario de solicitud muy completo, donde hay que dejar constancia de si se quiere realizar algún tipo de rito durante la visita, de qué equipamiento audiovisual se va a llevar (cámara fotográfica, de video,...), y de la eventual utilización posterior del material gráfico obtenido durante la visita.
Hay que proponer varias fechas y horas alternativas, y a vuelta de correo electrónico te proponen una en concreto, de acuerdo a la disponibilidad. Yo articulé toda la ruta de mi viaje de acuerdo a la fecha que me dieron: 21 de Julio a las 6.30 horas de la mañana.

Reservé un hotel en Salisbury, que es la ciudad más próxima a Stonehenge (unos 16 km. de distancia). Junto a Stonehenge hay un pueblo llamado Amesbury, pero con recursos bastante limitados. Escogí The White Hart, un Mercure, en el centro de Salisbury, casi frente a la entrada al recinto de la Catedral. Un hotel excelente, dicho sea de paso, con aparcamiento propio en la parte de atrás.

Llegué a Salisbury la víspera, el 20 de Julio, por la tarde. Me paseé un poco por el centro, cené, y me acosté prontito, que al día siguiente había que madrugar.


Stonehenge. Una visita muy especial.

(Contraluz con el Sol Naciente en el Interior del Círculo de Stonehenge. JMBigas, Julio 2008).

Me levanté antes de las cinco de la mañana. Me preparé un café en la habitación, cogí algo de ropa de abrigo, que a pesar de ser Julio, las madrugadas eran fresquitas, la cámara fotográfica y la reserva para el Stone Circle Access. Monté en el coche y me fui para Stonehenge. Llegué al aparcamiento hacia las 6.15 de la mañana, con el Sol empezando a asomar por el horizonte.
En el parking de Stonehenge había muy pocos coches. Sólo los de la visita anterior (sí, ese día había otra visita a las 5.30 de la mañana) y los poquitos pirados que teníamos reserva para las seis y media. A esa hora salió del recinto el grupo anterior, y entramos nosotros. Éramos veintipico, algunos en solitario, pero también un grupito que había llegado allí esa misma mañana desde Londres (menudo madrugón).

Y luego empezó la magia. El Sol Naciente, la Luna que todavía se veía en el cielo. La luz de la mañana iluminando las piedras del cromlech de Stonehenge. Y todos nosotros, bajo la atenta vigilancia de algún guardián, para evitar todo tipo de desmanes (que no se produjeron), entrando en el Círculo. Una orgía de fotografías, de contraluces, de un cielo completamente azul en una mañana fresquita. Y también algún místico, que se sentó en el Interior y realizaría, supongo, algún tipo de ritual solar.

Una visita inolvidable. El English Heritage lo califica de experiencia de una vez en la vida, y tienen razón. Lógicamente, para el solsticio de verano el ambiente es todavía más especial, pero complicadísimo acceder, claro. Pero un mes después del solsticio, la experiencia fue maravillosa. Tanto, que me ha costado reducir la colección de fotografías que os brindo a solamente setenta. Porque todas ellas transmiten algo muy especial.

La visita estándar consiste en un paseo por el camino periférico que rodea al Círculo. El único inconveniente que tiene la visita especial que incluye el Interior del Círculo es que la tienda está cerrada a esas horas, y no pude comprar ninguno de los múltiples souvenirs que ofrecen durante el horario de apertura.

Pero sí me llevé una experiencia muy especial, que hoy comparto con todos vosotros.
Tras una hora de deambular por dentro y por fuera del Círculo, se terminó la visita (ya había otro grupito preparado para las 7.30 horas). Volví al hotel de Salisbury, desayuné, y luego visité la Catedral, pero eso acaso lo cuente otro día. Al igual que el resto de viaje por Gales, que merece la pena.

Si pincháis en la foto, accederéis a una colección de setenta fotografías de Stonehenge, que creo que no tiene desperdicio. 


Stonehenge. Una visita muy especial.

Desde luego, si tenéis ocasión de visitar Stonehenge, intentad conseguir una plaza en una de estas visitas especiales de madrugada o de atardecer. Os aseguro que merece la pena.
JMBA


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