El sábado pasado por fin subí al monte Fuji, monte el cual no es un monte si no un volcán
Después de 4 años en Japón y 3 años intentando organizar la subida con Oskar al final he conseguido poder ir al Fuji y subirlo.
Hace dos años, organizamos la subida también, pero justamente el día que elegimos para subir vino un tifón. El año pasado también lo organizamos pero el fin de semana que elegimos fue el primer fin de semana fuera de temporada.
Este año subimos un grupo de 7 amigos: Antonio, Jairo, Alberto, Cris, Mayo, Oskar y yo.
Hace unas semanas, empezamos a mandarnos emails entre todos los que íbamos a subir para decidir por donde subíamos, como íbamos, las horas etc. Finalmente decidimos que subiríamos desde la quinta estación en Fujinomiya ya que pensamos que desde aquí no subiría mucha gente, que iríamos en coche porque eramos 7 y nos salia mas barato alquilar un coche entre todos que pagar cada uno su billete de tren y de autobus y que empezaríamos la subida a las 21.30 ya que calculabamos que podíamos subir a la cima en 5 horas y que el amanecer empezaba a las 4.00am.
También decidimos que al bajar de el Fuji iríamos a un onsen y que devolveriamos el coche a las 17.00 en Tokyo ya que solo habíamos alquilado el coche 24 horas.
El plan era genia, lo malo fue que casi nada salio según lo planeado.
Empezamos con la gente llegando tarde al punto de encuentro donde nos iba a recoger nuestro amigo Jairo con el coche, luego que nos hicimos un lió para entrar a la autopista desde Shibuya y nos saltamos la entrada a la autopista tres veces, haciendo así un montón de kilometros en carreteras locales.
La racha de mala suerte siguió cuando estábamos a punto de llegar a la quinta estación y nos para un guardia para decirnos que no podíamos seguir, ya que el acceso a la quinta estación en coche privado estaba prohibido en estas época del año para evitar que se llenase todo de coches, así que tuvimos que retroceder un par de kilometros hasta un área con autobuses y taxis que iban hasta la quinta estación.
En unos movimientos desesperados conseguimos coger el ultimo autobus del día que llegaba hasta la quinta estación de Fujinomiya.
Empezamos a subir a muy buen ritmo, y mirando las indicaciones de tiempo que hay durante toda la subida, todo indicaba que a pesar de haber empezado la subida a las 22.30 nos iba a sobrar bastante tiempo hasta ver el amanecer. De eso nada, cuando llegamos a la octava estación todos contentos por lo rápido que subíamos nos encontramos a toda la gente para. Había una cola infernal hasta la cima así que todos nuestros planes se fueron al traste y tardamos 7 horas en llegar a la cima.
Cola de linternas. Foto tomada por Oskar.
Cuando llegamos a la cima que ya era practicamente totalmente de día, nos pensábamos que ya nos habíamos perdido el amanecer. Por suerte nosotros estabamos muchisimo mas alto que las nubes, por lo que todo que se veía desde la cima era un mar de nubes preciosas y contemplando estas nubes al borde de un precipicio de repente se asomo un bola de fuero por el horizonte. Era el sol! Todo un espectáculo ver como el sol se asomo poco a poco entre las nubes hasta que deja verse completamente.
Después de esto, nos hicimos una pequeña siesta en la cima, nos preparamos el desayuno con comida que habíamos comprado antes de subir e hicimos un mini botellón en la cima con una botella de whisky y unos cuantos redbulls.
A las 8.00am empezamos la bajada. 2 horas y 20 minutos hasta la quinta estación era lo que indicaban las señálese. De eso nada! 4 horas nos costo bajar. Otra vez, una cola infernal para ir hacia abajo y las piernas destrozadas por lo que cansa ir de bajada.
En la cima. Foto tomada por Oskar
La ultima hora fue la mas dura, parecía que llevamos días bajando y las piernas ya estaban destrozadas. Finalmente llegamos a la base, cogimos otro vez el autobus y nos fuimos en busca de nuestro coche para ir directos al onsen y relajarnos.
Otra vez dimos mil vueltas en el coche, pillamos atascos y llegamos como a las 15.30 al onsen, así que decidimos llamar donde habíamos alquilado el coche para decirles que no llegaríamos hasta las 20.00.
El onsen fue divino, nos dio a todos energía y nos quito casi todo el dolor de piernas.
A las 17.30 empezamos nuestro vuelta a Tokyo y como no pillamos un atasco de narices por lo que a las 20.00 aun estábamos en mitad del atasco.
Llamamos otra vez para decir que llegábamos tarde y nos dijeron que si no devolviamos el coche antes de las 22.00 en cualquier tienda Toyota de Tokyo tendriamos que pagar un día mas y devolver el coche al dia siguiente. Menuda idea la de alquilar el coche es lo que pensamos mucho en ese momento, que ya nos había tocado pagar el autobus hasta la quinta estación y ahora nos iba a tocar pagar un día de mas.
Nos salimos de la autopista para coger carreteras locales y dejar el coche en cualquier tienda Toyota nada mas entrar en Tokio pero… Sabéis que nos encontramos? Atascos por todos lados!
Como no, se nos hicieron las 22.00 sin haber entrado en Tokyo. Ahora nuestra próxima carrera era llegar a Shinjuku antes de que se acabara el ultimo tren para algunos. Por suerte, el atasco se despejo y llegamos a tiempo para que todos los que tenían que coger el tren cogieran su ultimo tren, pero literalmente, su ultimo tren.
Tengo que decir que aunque estuvimos bastante gafados, la subida al Fuji valió la pena. La subida fue genial porque era una noche de luna llena y parecíamos dioses por encima de las nubes y la luna iluminándonos. En la cima vimos lo que es sentirse estar mas alto que el sol y la bajada fue lo peor de todo, pero no hay otro remedio que bajar.
Ahora entiendo perfectamente el refran japones: “Subir el Fuji una vez en la vida es de sabios, subirlo dos es de locos”.