Las aguas limpias del Cabo de Gata almeriense esconden extensas praderas de poseidonias, hogar de peces, crustáceos y moluscos únicos en el Mediterráneo europeo.
Los pueblos blancos del Parque Natural invitan a la práctica del submarinismo en toda su magnitud.
¿Qué hay bajo las aguas del Cabo de Gata? Entre otras cosas, meros, sargos, morenas, congrios, salmonetes, abadejos, peces luna, rascacios, estrellas de mar, esponjas, ascidias, anémonas, nudibronquios, gobios y extensas praderas de poseidonias oceánicas de un verde extraño y bellísimo a unos 20 metros de profundidad.
El Parque Natural más singular e insólito de Andalucía no sólo guarda sus valores en tierra firme sino que sus aguas constituyen el espacio protegido marítimo de mayor superficie y relevancia ecológica de todo el Mediterráneo occidental europeo.
El Cabo de Gata, que entre otros títulos es Reserva de la Biosfera desde 1997, es un lugar de excepcional valor para los amantes del submarinismo.
Sus aguas son claras, limpias, transparentes, carecen de fuertes corrientes y ofrecen una biodiversidad única entre los 12 y los 35 metros de profundidad. (El Mundo)