Sudamericano Sub 20: Argentina padeció en Cuyo

Mendoza y el majestuoso cerro La Gloria atestiguaron un duelo de bostezos. Pocas ideas y escasa claridad habitaron el estadio Malvinas Argentinas junto a miles de almas que se acercaron a presenciar el debut de Argentina en el Sudamericano Sub 20. Una oncena de jugadores saltaron al campo pero el equipo albiceleste jamás apareció, motivo principal por el que Chile cosechó una victoria a pesar de haber mostrado también una pálida imagen.

Iturbe no puede ante la marca de Bravo. Vía Telam.

Horas antes del comienzo del cotejo, clasificatorio al Mundial de Turquía, el elenco de Marcelo Trobbiani había ilusionado a varios por la calidad de jugadores que iban a pisar la gramilla. Luciano Vietto, Manuel Lanzini, Ricardo Centurión y Juan Manuel Iturbe auguraban una jornada interesante para muchos amantes de la caprichosa bola de cuero. No obstante, dichos nombres no se amalgamaron en una estructura colectiva sólida y homogénea, y ello generó un conjunto sin alma y apático.

La escuadra local careció de tranquilidad y pausa. Gran parte de sus ofensivas consistieron en balones largos para que Centurión haga uso de su desequilibrio por las bandas, aunque perforó pocas veces la línea defensiva trasandina. Al igual que el hombre de Racing, casi todos sus compañeros ingresaron en la vorágine desde el pitido inicial. Lanzini y Alan Ruiz, encargados de la generación de fútbol, no supieron erigirse en los directores de orquesta seleccionados por el ex entrenador de Cobreloa y Cienciano, entre otros.

El otro rincón tampoco otorgó destellos atractivos ni un trato fino del balón. Chile encontró en el oportunismo y las intervenciones de Nicolás Castillo (autor del gol) sus mejores cartas de triunfo. Ni siquiera las expulsiones de César Fuentes y Manuel Bravo trastocaron al elenco orientado por Mario Salas, que marcó el tanto del triunfo a través de un preciso balón detenido. Y allí murió la performance de los rojos, quienes aprovecharon de óptima forma el anárquico andar del dueño de casa.

Trobbiani afirmó que su equipo “no jugó bien”. Vía Telam.

Federico Cartabia, Lucas Melano y Agustín Allione saltaron a la cancha con el objetivo de aportar recursos y arrojar luz sobre un manto de oscuridad. No obstante, y a pesar de intentar limpiar el polvo del aburrimiento, no lograron su cometido final por integrar un colectivo alicaído. “Perdimos merecidamente, no jugamos bien, pero lo intentamos”, aseguró Trobbiani luego de la derrota, en un gesto de autocrítica por el nivel evidenciado.

Argentina, que no perdía en el debut de un Sudamericano desde 1964, posee componentes idóneos para cumplir los objetivos máximos, ganar el torneo y acceder a la cita mundialista en tierras otomanas. Seguramente necesitará de la presencia de un conductor definido para poder edificar juego y apaciguar ansiedades. Y ante la ausencia de Leandro Paredes, Lanzini y Ruiz tendrán que asumir es rol tan determinante. Aún queda demasiado sendero para recorrer, y recibir señales de alerta en los primeros tramos puede ser beneficioso.